Tarragona podría tener una zona de recreo para animales de compañía en la playa
Así lo establece la ordenanza de tenencia responsable de animales, que se someterá a aprobación en el próximo pleno
Tarragona contará muy pronto con una nueva ordenanza sobre la protección, la tenencia y la venta de animales, la cual se aprobará al próximo pleno. La concejala de Salud Pública, Ana Santos, ha explicado que esta es una ordenanza pionera en la ciudad, ya que Tarragona tendrá por primera vez una normativa que regula la tenencia, el cuidado y la protección de animales. Hasta ahora estas regulaciones están incluidas en la ordenanza general de convivencia ciudadana y uso de los espacios públicos. El objetivo de esta nueva y específica ordenanza es la protección de la salubridad pública, el bienestar de las personas y los animales y los requisitos por la tenencia responsable en el municipio. Uno de los aspectos más destacados es que la ordenanza establece la posibilidad de que se establezca un Can-espavio en la playa, una de las principales reivindicaciones de los grupos animalistas.
La nueva normativa regula varios aspectos que aseguran el bienestar y el cuidado de los animales. En primer lugar se aumentan las condiciones y los requisitos para la tenencia. En este sentido, y entre otros aspectos, se establecen la medida de los recintos, la actividad física, las cadenas de sujeción y la protección del frío y el calor en las casitas al aire libre.
Con respecto al cuidado y mejora del espacio público, se regulan las colonias de gatos, se prohíbe el vertido de sustancias químicas como el azufre en la vía pública y se regula el uso del pipican y las áreas de perros. También se pone sobre la mesa la posibilidad de autorizar Can-espais –zonas de recreo de los animales de compañía- y la posibilidad de habilitar uno durante todo el año en la playa. Por otra parte, queda totalmente prohibida la venta ambulante de cualquier tipo de animal.
Otro aspecto que regula la ordenanza es el paseo de perros considerados potencialmente peligrosos con la creación de una licencia específica para esta actividad. En el caso de agresiones, la regulación obliga a que se comunique el incidente y establece la posibilidad del ingreso para la observación veterinaria.
Con respecto al censo, los perros, los gatos y los hurones tienen que estar obligatoriamente censados e identificados. En el caso de los perros se tendrá que complementar con la aportación del código genético del ADN. Esta medida no entrará en vigor hasta que la Junta de Gobierno Local apruebe el procedimiento de extracción y análisis.
El nuevo documento se llevará a aprobación en el próximo Consejo Plenario e iniciará el trámite para su entrada en vigor. Después del Pleno, se inicia un periodo de exposición pública de 30 días para alegaciones, si no hay alegaciones, el texto queda aprobado y su publicación íntegra en el BOPT marcará la entrada en vigor.