Urbanismo
Vecinos de la Ermita de la Salud exigen que se acelere la urbanización
Están dispuesto a impulsar medidas de presión para que el Ayuntamiento impulse los trámites que faltan
Los vecinos de la Ermita de la Salud están dispuestos a emprender medidas de presión a fin de que el Ayuntamiento de Tarragona acelere los trámites para impulsar la urbanización de la zona.
Calles sin pavimentar o sin aceras, falta de alcantarillado, palos de suministro eléctrico en mal estado, red de agua descubierta en superficie, falta de islas de contenedores... Los vecinos de la zona de la Ermita de la Salud hace años que viven en condiciones precarias, no demasiado diferentes de las que había cuando, en la década de los sesenta, se empezó a poblar la zona.
Noemí Batista, secretaría de la Asociación Administrativa de Cooperación de la Ermita de la Salud, afirma que la demora se debe a la lentitud burocrática. «Está hecho el proyecto de reparcelación, pero el consistorio tiene que hacer informes y aprobarlos. Todo ello cuando los vecinos estamos dispuestos a urbanizar, pero hace demasiado tiempo que esperamos, cuando no es una cosa, es otra», afirma Batista.
Lo cierto es que, desde el año 2009, los vecinos están agrupados en la Asociación Administrativa de Cooperación. Ésta colecta el 90% del suelo que queda recogido en este ámbito del POUM. Los vecinos han conseguido un consenso mayoritario para sacar adelante la urbanización y asumir los costes que eso supone, algo poco habitual entre las comunidades vecinales, pero necesitan el impulso definitivo por parte del consistorio tarraconense.
Después de que el espacio haya quedado definido al POUM como zona urbana –algo que también ha tardado años– los vecinos esperan que el resto de pasos para desarrollar la zona se aceleren, no sólo para disfrutar de un entorno digno, sino también para «garantizar viales para el paso de los servicios de emergencias».
«No olvidemos que, en esta zona, está donde aparcan buena parte de los tarraconenses que van al Nàstic: los numerosos vehículos que estacionan y circulan por calles estrechas, sin acera y, en muchos casos, sin salida, provocarían un tapón que se volvería catastrófico en caso de que fueran necesarias intervenciones de los servicios urgentes, como ambulancia o bomberos,» añaden a través de un comunicado hecho público ayer por la agrupación vecinal.
Según su presidente, Enric Casasayas, «el desencanto en el barrio es muy grande. Demasiadas veces el Ayuntamiento nos ha dicho que sacará adelante el proceso, pero la realidad es que pasan los años y todo sigue igual: promesas que no se concretan». Casasayas destaca también que los costes de la urbanización serían asumidos por los vecinos, según marca la ley, pero es necesario el consenso con el Ayuntamiento con el fin de impulsar el proyecto.
Según Miquel Ripoll, arquitecto y vocal de la Asociación Administrativa de Cooperación de la Ermita de la Salud, «después de lo que ha costado aprobar el POUM, ahora es hora de ejecutarlo, y en la Ermita de la Salud los vecinos necesitamos que el Ayuntamiento nos dé apoyo con acciones y no sólo con palabras».
Un gran parque
Al lado de los 56.000 metros cuadrados que ocupan los terrenos de la zona, hay una grande una zona verde que ocupa la colina de la Ermita de la Salud y baja hasta el CAP Llevant de la Arrabassada. Esta área también se encuentra pendiente de urbanizar como parque, «y estaría destinada al ocio de todos los tarraconenses, una vez urbanizada». Muy cerca, sin embargo, los terrenos se han convertido en un vertedero y en un espacio donde, según los vecinos, se agrupan los jóvenes para hacer botellón.