Diari Més

«El único culpable de que tenga que vivir de esta manera soy yo mismo»

Vive con un compañero en una fábrica abandonada del paseo de la Indepèndencia, delante de la Tabacalera

El Andrzej en el paseo de la Independència.

«El único culpable de que tenga que vivir de esta manera soy yo mismo»M.P

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Al ver en el Andrzej, uno se pregunta qué puede haber pasado enla vida de una persona para, iba a escribir «acabar», pero diré «vivir así». Todavía hay esperanza. Este polaco de ojos azules que parecen de cristal y un curioso sombrero de feria es un buen psicólogo. Le«entro» por si quiere hablar de su vida. Soy un extraño y me escanea unos segundos dudando si marcharse o no. Se gira, andados pasos, pero me ve cara de buena gente y se detiene. La puerta de «su casa» es un agujero en un muro, rodeado de pintadas ininteligibles. A su lado, su inseparable Tysson, el perrito, que después de que Andrzej le dé el visto bueno, decide venir a jugar a mis pantalones. El perro también es un buen psicólogo. Hay dos momentos del día paraél y para su compañero de vivienda, un joven alemán: cuando todavía no se ha bebido, y después de entrar en el mundo irreal. Dos caracteres, dos caras, dos vidas.

—Me llamo Moisés, ¿como se llama?

—Soy el Andrzej. (Le extiendo la mano con un poco de miedo). Soy polaco y hace trece años que estoy en Cataluña.

—¿Vive aquí solo?

—Por aquí ha pasado mucha gente, pero ahora sólo estamos dos. Mi compañero es un alemán.

—¿Me puede decir qué tiene que pasarle a una persona para vivir así? ¿Falta de trabajo, problemas familiares?...

—El alcohol (Me interrompe). La adicción al alcohol lo destroza todo. A mí no me faltaría trabajo, de hecho ya he trabajado cuando he querido, simplemente tengo que simular que he dejado de beber. Pero después, me vuelvo a caer.

—¿Sería correcto decir que es un alcohólico? ¿Se siente insultado?

—No es lo mismo estar alcoholizado que ser alcohólico, precisa.

—¿Donde está la diferencia?

—El alcohólico necesita beber desde el momento que se levanta por la mañana. Yo no.

—¿Culparía a la sociedad de lo que le pasa?

—No, el único culpable soy yo mismo. (Responde sincero, dándose un fuerte golpe en el pecho).

—¿La crisis tiene alguna cosa que ver?

-(Me contesta como el título de un LP de Supertramp) Crisis, ¿qué crisis? Siempre he tenido las puertas abiertas para trabajar... y para todo. Toda la gente dice que hay crisis, pero no hay crisis. El único problema es que el alcohol me destruye.

—¿Y la droga? ¿También lo ha atrapado?

—No, nada de coca, speed o pastillas, lo único que sí que me engancha son los cigarrillos de marihuana o haixís. Y bastante.

—¿Qué hace a lo largo del día?

—Paseo por la ciudad y bebo cerveza.

—No sabía que la cerveza pudiera alcoholizar. ¿Más bien era el vino no? Me viene en la cabeza el tetrabrick de Don Simón.

—Antes bebia vino, pero ahora sólo cerveza. Por cierto, que consumía vino todavía más barato que el Don Simon.

—¿Cobra algún tipo de subsidio?

—Sí, tengo una paga, cobro alguna cosa.

-(Al largo de la entrevista he visto que hace referencias a Dios) ¿Es creyente?

—Sí, bien, ahora al 50 por ciento, pero siempre he ido a misa.

—¿Si se tiene un sentimiento religioso eres mejor persona?

—Cada uno tiene dentro de su corazón alguna cosa. Hay gente buena que cree Dios y gente buena que no cree.

—Ha pasado por momentos duros. Se ve en su cara.

—He estado en la prisión por... (duda al confesar).

—¿Has matado a alguien? ¿Por drogas? (Ayudo y empiezo a inquietarme, un vecino me ha dicho que hace poco que ha habido una fuerte pelea allí)

—No, fueron cinco años. Robo por necesidad, poca cosa.

—Cuando ha trabajado, ¿de qué lo ha hecho?

­-En Polonia trabajaba en la mina. Después, aquí, a la construcción o pequeños trabajos en el campo.

—Trabajaba en Cracovia, ¿es de allí?

—No, soy de la banda de la frontera con Ucrania. Vine a Cataluña el año 98 por primera vez y después decidí volver en el 2001, y ya me quedé.

—Lo veo muy tranquilo después de saber que ha habido un incendio donde vive.

—Incendio, ¡haha! He decidido hoy quemar ropa vieja y he dejado a mi compañero allí. Han venido los bomberos —dice más divertido que preocupado.

Miro el agujero que accede a la antigua fábrica de mármol delante de la Tabacalera. Pienso cómo sería un día a la vida sin luz, sin calefacción, sin agua, sin vida. Le pregunto la edad, es más joven que yo: 52. Bromeamos sobre quién está mejor de los dos. Tysson, el perrito que nos ha mirado todo el rato, se anima de nuevo. Andrzej se marcha andando lentamente. «Que Diós te bendiga», llamamiento desde lejos.

Los bomberos extinguen un pequeño fuego en la «casa» de Andrzej

Los bomberos recibieron este lunes, cerca de las 10.30h, de la mañana un aviso de los vecinos del paseo de la Independència, que alertaban de que salía humo de la Tabacalera. El humo provenía de una hoguera que el hombre que entrevistamos había llevado a cabo en el interior de una de las naves abandonadas donde vive. Hasta el lugar de los hechos se han desplazado una dotación de bomberos, que ha conseguido apagar el fuego en un tiempo breve, además de una ambulancia del SEM y una patrulla de Mossos D'Esquadra.

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