Urbanismo
La construcción de un barrio en la Budellera contrasta con la pérdua de población
Tarragona ha visto cómo los últimos seis años el número de habitantes ha caído, pasando de 140.323 el 2009 a 131.255 el año pasado
La construcción de un nuevo barrio en la partida de la Budellera, con previsión que llegue a albergar hasta 18.000 habitantes, está chocando frontalmente con las opiniones de varias entidades de la ciudad, como la Asociación de Vecinos de Levante, la FAVT y Salvem la Llara, e incluso de catedráticos y profesores de Geografía de la URV. Los últimos datos demográficos referidos en Tarragona muestran un descenso del número de habitantes, hecho que no pasa desapercibido para los profesionales de la universidad tarraconense.
Según opinan Jordi Blay Boqué, Josep Oliveras Samitier, José Ignacio Muro Morales y Rafael López-Monné, «el dimensionado en viviendas del plan plantea dudas, ya que prevé casi 6.000 con capacidad para unas 15.000 personas y las previsiones de crecimiento demográfico, sin embargo, son más que modestas». Los cuatro ha firmado una carta donde también especifican que «Tarragona pierde población desde hace unos años y la demanda de vivienda podría quedar compensada, al menos en parte, en otras zonas de la ciudad».
Las estadísticas no engañan e informan de que desde la 2009 Tarragona ha perdido población. En aquel año, la cifra oficial fue de 140,323 personas. Un año después había caído a 140.184. En el 2011 experimentó un notable descenso, situándose el número de habitantes en 134.085. Una cantidad similar se mantuvo hasta el 2014 —siempre en descenso—, cuando se cifró en 132.199 a los habitantes de la ciudad, y siguió cayendo en el 2015, periodo que cerró con 131.255.
A pesar de que la construcción del nuevo barrio en la Budellera tiene que esperar unos años y que la previsión es que se vaya levantando a lo largo de un periodo de tiempo de entre 20 y 25 años, el cierto se que las previsiones de crecimiento poblacional no son lo bastante optimistas.
En este contexto, geógrafos de la URV manifiestan que «se tendría que tener en cuenta a la hora de abordar la ordenación de este espacio y sobre todo, por principio de precaución, replantearse si hacen falta los grandes tiros y, en todo caso, hacer una aplicación por fases que permita un desarrollo gradual». Este colectivo añade en el escrito que hace esta valoración «desde el punto de vista de la sostenibilidad, del con respecto a los valores paisajísticos y patrimonial y, especialmente, de pensar qué Tarragona queremos para el futuro».
En un apartado de la carta, los geógrafos comentan la necesidad de ordenar el territorio teniendo en cuenta el paisaje y los espacios naturales con los destinados a viviendas. «En la Budellera, el paisaje actual todavía conserva características que hacen un ejemplo de paisaje de litoral, con algunos correos y formaciones arbustivas con pinares propios de este ámbito. La presencia de numerosos elementos de piedra seca y de caminos tradicionales —algunos probablemente de origen romano— le dan más valor, de manera que habría que asegurar su integración correcta en el nuevo entorno».
Por su parte, el catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Gerona, Joan Nogué, también ha escrito una carta donde dice que «resultaría prudente —y me atrevería a decir imprescindible— una reflexión en profundidad sobre la conveniencia o no del despliegue de este Plan Parcial».