Registran un domicilio de Torreforta en una operación antidroga estatal
Se investigaba una red dedicada a la falsedad documental y al tráfico de drogas
La Guardia Civil ha detenido a 26 personas, de las cuales seis ya han ingresado en la prisión, como integrantes de una red dedicada a la falsedad documental y el tráfico de drogas, principalmente speed y cocaína, en diferentes provincias y que ha incluido un registro en Tarragona. Según ha informado este jueves la Comandancia de Pamplona, a los 26 se les acusa de delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, falsificación de documento público y contra la propiedad industrial.
En la operación, que lleva el nombre de Furtius-Burna, se han realizado además ocho registros domiciliarios, cuatro en Pamplona, uno en Orcoien (Navarra), otro en Tolosa (Guipúzcoa), uno en el barrio de Torreforta de Tarragona y uno en Madrid, en los que la Guardia Civil ha confiscado más de 18 kilos de speed, un kilo de cocaína y uno y medio de heroína. También se han intervenido varias cantidades de marihuana, sustancias para el corte y adulteración de la droga, varias armas y munición, ocho vehículos de alta gama, 21 teléfonos móviles, 650 paquetes de tabaco con precintos fiscales falsificados y 14.176 euros.
La droga confiscada en el marco de la citada operación, según los agentes de la Guardia Civil, podía haber llegado al mercado en torno a 600.000 euros. La operación ha permitido no sólo desarticular la red sino también aclarar «más de 240 hechos delictivos relacionados con la falsedad documental», ha dicho en rueda de prensa la delegada del Gobierno, Carmen Alba.
Del modus operandi de la red, ha comentado que traían speed de Holanda en vehículos para almacenarlo en un trastero de Pamplona acondicionado como laboratorio clandestino de adulteración, mientras que la cocaína procedía de América del Sur y llegaba mediante mulers que viajaban hasta España en avión. Una vez introducida la droga, se utilizaban vehículos equipados con dobles fondos para transportarla, precedidos por otras lanzadoras que comprobaban el camino. Según ha comentado Carmen Alba, la falsedad documental se producía en el momento de comprar estos coches ya que para la operación se presentaban volantes de empadronamiento de ayuntamientos navarros y otra serie de documentos, todos ellos falsificados.