Milà seguirá gestionando el plan de la Budellera, a pesar de su vinculación al proyecto
El equipo de arquitectos que trabaja en el proyecto está encabezado por el hijo del concejal de Urbanismo, lo cual obliga en Milán abstenerse en los trámites
El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Tarragona, Josep Maria Milà, continuará al frente de la gestión del Plan Parcial de La Budellera, a pesar de su vinculación familiar y profesional con el proyecto, que contempla 5.789 viviendas promovidas por una junta de compensación presidida por el constructor José Luis García. Así lo dejaron claro ayer la portavoz del equipo de gobierno, Begoña Floria, y el mismo concejal Milán, durante una rueda de prensa convocada para desvanecer dudas sobre la tramitación de la aprobación inicial del plan de la Budellera.
Estas incertidumbres vienen dadas después de que el concejal Milán no se abstuviera durante la aprobación, cuando|cuándo según la ley 40/2015 del Régimen Jurídico del sector público, que señala que los concejales con conflicto de intereses tienen que abstenerse en la votación. Y es que el equipo de arquitectos que trabajan en el proyecto está encabezado por el hijo del concejal. El equipo de gobierno reconoce que «hubo un error en la votación de aprobación, fruto de la dinámica de la propia junta de gobierno,» explica Floría. El concejal Milán votó a favor del proyecto hasta dos ocasiones, la de urgencia y la de aprobación inicial, aunque los arquitectos responsables son del Despacho Milán, fundado por él mismo.
El concejal notificó en una carta, en fecha 18 de abril de 2016, que se abstenía en todo el procedimiento administrativo, pero no tuvo en cuenta que también lo tenía que hacer durante la Junta de Gobierno. «Me pensaba que ya se daba por hecho y que no era necesario recordarlo», asegura Milán. En esta carta, el concejal delegaba la responsabilidad jurídica a la concejala Ivana Martínez, que es la encargada de firmar los documentos. «Pero a la hora de reunirse con los vecinos y explicar el proyecto lo seguirá haciendo Milán», dice Floría
Aun así, según el secretario municipal, Joan Anton Font, que también asistió a la comparecencia, «el error no anula la validez y tampoco obliga a repetir la votación, ya que la ley contempla que si el voto de Milán no era determinante para la aprobación, el acuerdo tiene validez». Font explicó que sólo se necesitan tres votos a la Junta de Gobierno hacer eficaz cualquier acuerdo. «En este caso, la junta estaba formada por ocho personas, por lo tanto, el voto de Milán no era determinante», asegura Font, que añadió que «la responsabilidad de abstenerse es del mismo concejal, no del secretario» e insistió en que, como el voto no era determinante, no advirtió de la irregularidad «porque no afecta a la legalidad del expediente».
Josep Maria Milà entró a formar parte del equipo de gobierno el año 2015, cuando ya hacía cuatro años que se había jubilado. Actualmente, su hijo es el arquitecto que actúa como interlocutor con el Ayuntamiento para el proyecto de la Budellera. «Me sabe mal que se cuestione su tarea, porque es una persona íntegra, honesta y de reconocido prestigio profesional,» asegura Floría.
La CUP insiste
La CUP va registrado ayer una petición pidiendo un informe jurídico de secretaría que justifique la gravedad de este error, «para saber si la tramitación se tiene que anular o no», dice Laia Estrada, portavoz de la formación. La CUP asegura que se preocupa con el tema, ya que «estamos ante el despliegue de una parte del POUM que fue redactado por la misma persona que lo está desarrollando como concejal, y el mínimo que pedimos es que se trate de manera rigurosa», dice la portavoz de la CUP, Laia Estrada.
Por su parte, la presidenta de la Federación de Vecinos de Levante, Gemma Fuster, ha asegurado que «no vemos conveniente que el encargado de valorar las alegaciones del proyecto de la Budellera sea la persona que trata el plan como la niña de sus ojos».
El concejal pide más «implicación» en el proyecto
El concejal de Urbanismo, Josep Maria Milà, pide más implicación ciudadana en el planeamiento urbano del plan de la Budellera, en lugar del «qué hay de aquello mío». Este plan , impulsado por una junta de compensación privada, ha recibido numerosas críticas de vecinos y ecologistas. «A mí me gustaría que en un proyecto se implicara la Cámara de Comercio, la de la Propiedad Urbana y los sindicatos», manifiesta el concejal, desencantado porque el grueso de alegaciones, según él, se centran en intereses propios. Por otra parte, el plazo para presentar las alegaciones al proyecto del Plan Parcial de la Budellera todavía no se ha iniciado. Según el secretario municipal, Joan Anton Font, el plazo empezará cuando se notifique públicamente en el Butlletí Oficial de l'Estat (BOE), que está previsto que sea dentro de dos semanas. Este procedimiento está siendo más lento de lo que se esperaba, porque, según el procedimiento de iniciativa privada, la administración está obligada a notificar el proyecto individualmente a todos los propietarios. Según la presidenta de la Federación de Vecinos de Levante, Gemma Fuster, «la única cosa que pedimos es que se elabore una maqueta para que los vecinos puedan entender el proyecto, y así alegar con argumentos».