Belenes y dioramas, la expresión más artística de la Navidad
La exposición, organizada por la Associació Pessebrista, se puede visitar a partir de este lunes
Los belenes se convierten en uno de los atractivos más populares de las fiestas navideñas. En Tarragona, la tradición ha evolucionado, y de manera mejorada, gracias a la Associació Pessebrista de Tarragona. Como cada año, la entidad organiza una muestra de dioramas que explican la vida de Jesús a través del arte. La Cripta dels Caputxins de la iglesia de Sant Antoni de Pàdua, ubicada en la Rambla Nova, es la encargada de acoger, desde hace dos años, la exposición, que se podrá visitar a partir de este lunes y hasta el día 2 de febrero.
Este año, la muestra cuenta con diez dioramas, expuestos de manera cronológica que explican la vida de Jesús. La anunciación a la Virgen, el Empadronamiento de Jesús, la Adoración a los pastores, Los Reyes delante del palacio de Herodes o la Huida en Egipto, son algunas de las imágenes que se pueden ver a la exposición, que se inauguró ayer por la noche.
«Una expresión artística». Con estas palabras define la exposición, Carles Tarragó, uno de los miembros de la Associació Pessebrista de Tarragona, que asegura que «dejando de lado la parte religiosa, la exposición es una muestra de arte y de cómo trabajar los belenes. Cada año, los dioramas se hacen empezando desde cero, sólo se conservan las figuras. Los artistas –aficionados– trabajan el porexpán y dan vida a las figuras, desde el mes de mayo. El resultado son unos dioramas marcados por la profundidad y el realismo.
Según explica Tarragó, Tarragona es pionera en el uso del porexpán. «Antes utilizábamos placas de escayola, pero la tecnología nos ha aportado un porexpán de densidades altas, lo cual ha permitido que el belén sea menos frágil», asegura Tarragó. La pintura y el ingenio son los otros ingredientes para elaborar los belenes.
La exposición de Tarragona se caracteriza por unos dioramas de grandes dimensiones. «Los más pequeños hacen 1,10 metros de altura y 2 de profundidad; y los mayores, 1,80 metros de altura y 3 de perspectiva. Las figuras llegan a los 20 centímetros», explica Tarragó, que añade que «tradicionalmente el diorama catalán es más pequeño, pero en Tarragona los hacemos grandes».
Aparte de los diez dioramas, la exposición cuenta con un belén popular, que este año protagoniza la principal novedad. Hasta ahora, este belén se hacía con corcho y musgo, pero este año también es de carácter artístico, ya que, por primera vez, está elaborado con porexpán. Pero nadie lo diría; parece corcho de verdad.
«Desde el punto central del diorama, el espectador puede ver toda la escena», explica Tarragó, entusiasmado y emocionado, de poder inaugurar, un año más, la exposición, que se puede ver por sólo un euro y medio.