La Necrópolis vive talleres de CSI romano en la jornada de puertas abiertas

La Necrópolis Paleocristiana fue uno de los recintos monumentales y museísticos que ayer ofreció una jornada de puertas abiertas. A pesar de la lluvia, el espacio mortuorio más importante del Occidente del Imperio Romano recibió un elevado número de visitas, tanto de tarraconenses que aprovecharon la ocasión para conocer de primera mano los monumentos como de turistas que pasan unos días en la ciudad.

La propuesta que el Museo Nacional Arqueológico (MNAT) hizo a los visitantes consistió en causar una especie de CSI «que» implicaba «localizar cada grupo su muerte», explicó a la monitora Maira Lampugnani. «Cada familia trabaja sobre un caso diferente y tiene que buscar a una persona en concreto a partir del estudio de huesos, sarcófagos y tipo de entierros».

Lampugnani ponía al alcance del visitante unas cajas con material diverso que tenían que analizar hasta dar con la personalidad del hombre o la mujer muerta. «Los huesos nos informan de muchas cosas. Por ejemplo, la pelvis nos indica si el esqueleto es de un hombre o de una mujer, y un fémur la estatura de la persona».

Entre los visitantes en la Necrópolis se encontraba una familia de Bilbao que el sábado llegó a Tarragona. Luis y Ainhoa comentaron que el taller del CSI romano «es muy interesante, sobre todo para niños como Jaime, que tiene seis años. Aprenden y les despierta la curiosidad».

Luis resaltó que iniciativas como la vivida en la Necrópolis «incentivan la cultura del arte. En el taller nos hemos encontrado con alguna pista difícil, pero finalmente hemos encontrado lo que buscábamos». «Hemos sido de suerte porque estaban todas las plazas ocupadas y se ha producido una baja y hemos podido entrar». El sábado, esta familia vasca visitó la Catedral y el Anfiteatro, y después de ver la Necrópolis se dirigía al Circo.

Por su parte, Maria y Armando, de Tarragona, aprovecharon la jornada de puertas abiertas para ir a la Necrópolis con los dos hijos y los padres de ella. «Todo es muy interesante y bonito, y con este taller aprendes cosas: ha valido la pena», han dicho.

Un conjunto de primer orden

El conjunto funerario de la Necrópolis fue descubierto en los años veinte del siglo pasado cuando empezaron las obras de construcción de la Fábrica de Tabacos. Mosén Sierra Vilaró dirigió la excavación y rescató un conjunto de piezas funerarias, como una importante colección de sarcófagos de gran valor y fechados en torno al siglo V dC. Todo hace pensar que en este espacio fue enterrado al obispo Fructuós, quemado en el Anfiteatro el 259 dC. En el otro lado de la avenida Ramón y Cajal se descubrió hace unos años la base de una gran basílica de época paleocristiana, en el espacio ocupado por Parc Central y que se vincula también a Sant Fructuós.

La tipología de los entierros de los considerados primeros cristianos de Tàrracoés muy variada y va desde unos muy simples con ánfora o teja hasta los mausoleos y criptas, pasando por una gran diversidad de sarcófagos, algunos de procedencia norteafricana, o en ataúdes de madera.

Una pieza más significativas y que es uno de los símbolos de Tarragona es Nina d'Ivori, fechada del siglo IV, y que apareció dentro de un sarcófago con los restos de una niña de unos seis años.