Los Rogacionistes se oponen en que el Santuario del Loreto se llame Ermita del Llorito
El pasado mes de abril, el Ayuntamiento se planteó cambiar el nombre, atendiendo una petición hecha por parte del Instituto de Estudios Catalanes
El padre Mario Buonnano reivindicó ayer, durante la misa de celebración de la festividad de la Madre de Déu del Loreto, que se mantenga el nombre del santuario y su calificación en lugar del de Ermita del Llorito. La polémica surgió el pasado mes de mayo cuando el Ayuntamiento planteó la denominación, atendiendo una petición del Instituto de Estudios Catalanes de modificar el nombre. Esta toponimia incluso consta en el Nomenclátor oficial de Cataluña.
Buonnano declaró que «nosotros no nos oponemos en que la montaña, las fuentes o las cuevas se llamen del Llorito, porque este es el nombre vulgar que se utiliza popularmente desde hace tiempo, pero muy diferente es el nombre del Santuario de la Virgen del Loreto que lleva el nombre de una ciudad italiana donde se venera a la santa Loreto». El padre Mario añadió que «Loreto es la patrona de pueblos como Bràfim y Renau, y nadie se plantea cambiar el nombre». Además, «en nuestras comarcas hay muchas mujeres que llevan el nombre de Loreto y ninguna el de Llorito».
El Instituto de Estudios Catalanes dice que este espacio se llama «Ermita del Llorito, y no es verdad», dijo el padre Mario, quién remarcó que «el Santuario siempre se ha llamado del Loreto y no es ninguna ermita. Sí que había una que fue destruida hace doscientos años».
Este representante de los Padres Rogacionistes recordó que el año 1954 se adquirió el terreno donde había estado la ermita, sacado a subasta, y fue adjudicada al doctor Josep Adserà, presidente del Centro de Graduados y que la cedió a favor del Arzobispado. El proyecto de la ermita fue realizado por el arquitecto Joan Zaragoza. Dado que la Virgen de Loreto es la patrona de la aviación, el edificio simula un hangar y la torre un faro de guía para aviones. «Cuando el año 1957 se puso la primera piedra, el arzobispo Pont i Gol declaró la iglesia como santuario», comentó Mario Buonnano, e insistió en decir que «no nos oponemos en que el topónimo de la zona sea Llorito».
El padre Mario fue más allá en su reivindicación cuando exclamó que «no es potestad del Ayuntamiento cambiar el nombre de una propiedad privada. Exigimos que nos devuelvan el nombre y el Arzobispado es de acuerdo».
Las Moriscas
Emili Morera, en su libro Tarragona Antigua y Moderna, escribe que durante muchos siglos esta zona del término municipal era conocido como las Moriscas, nombre que, probablemente, viniera desde el tiempo de la reconquista de Tarragona de la dominación árabe y al encontrar restos de construcciones de época romana, estas fueron atribuidas a los árabes. En el siglo XIV ya había ermitaños en este lugar. En 1385 piden ayuda a la ciudad para arreglar el pequeño edificio que habitaban, dado su precario estado. Aquel lugar fue tomando fuerza como centro de peregrinación. Está una documentada el año 1402.
A mediados del siglo XVI, después de un viaje a Génova, el presbítero Pere Mir introdujo en Tarragona la devoción a la Virgen del Loreto y patrocinó la construcción de una capilla. Pidió en la ciudad la cesión de un terreno sobre la fuente de las Moriscas para construir una capilla a Nuestra Señora de Loreto.