Todo a punto para la puesta en marcha del nuevo radar de tramo del A-7 en Tarragona
Los dos radares fijos a la altura de Sant Pere y Sant Pau i del Francolí han sido desactivados, y se han instalado señales informativas de los nuevos aparatos
El radar de tramo del A-7 entre el cementerio y las Gabarras puede entrar en funcionamiento muy pronto. Aunque el Servicio Catalán de Tráfico todavía no ha facilitado una fecha de puesta en marcha concreta, el aparato queda ya totalmente listo. Este último mes se colocaron a las dos estructuras metálicas que sobrepasan los carriles, las cuatro cámaras y los cuatro equipos auxiliares. «Es un proceso mucho más complicado de lo que parece, hay que hacer el cometido eléctrico y se tienen que realizar muchas validaciones», apunta a una portavoz del Servicio Catalán de Tráfico.
Además de los aparatos, hace pocos días se instalaron las dos señales informativas alertando del radar, a cada lado del tramo donde se inicia la medida de la velocidad media. «Radar Tram/Tramo», se puede leer en los dos carteles que todavía se mantienen tapados hasta el día de la entrada en funcionamiento. Estos avisos están situados justo al acabar la incorporación al A-7 desde el campo del Nàstic y después de entrar en la autovía desde la rotonda de las Gabarras.
Aparte, los dos radares fijos que había hasta ahora cerca de la entrada a Sant Pere i Sant Pau en sentido Poniente, y cerca del parque Francolí en sentido Levante, ya han sido desactivados. Los operarios los han tapado, y pronto serán retirados, ya que esta área queda cubierta por el nuevo cinemómetro de tramo. Eso supondrá que los conductores que entren en Tarragona por el cementerio, por Sant Pere i Sant Pau o por la avenida Catalunya, queden exentos de cualquier radar, ya que el nuevo aparato sólo medirá los vehículos que hagan los cuatro kilómetros completos.
Lo mismo pasará con los automovilistas de que entren o salgan del A-27 a la altura del Francolí. Con todo, tendrán que seguir muy atentos a los radares móviles de caja naranja que a menudo se ponen en la vía.
Vale a decir, que los dos radares fijos que han dejado de operar estos últimos días, habían recogido en el último año (entre en junio del 2015 y el mismo mes del 2016) un total de 467.265 euros, con 11.797 multas para exceder la velocidad.