Un edificio antiguo de la calle Gasòmetre expulsa aguas fecales en la acera seis días

Los peatones que pasaban esta última semana por la acera de los números pares de la calle Gasòmetre, en la zona que toca en la plaza Prim, se encontraban con una sorpresa mayúscula: en medio del camino, una reguera de aguas fecales con un olor bastante desagradable. De la puerta del bloque número cuatro, un edificio viejo, en muy mal estado de conservación, se escapaba este líquido. «Empezó el lunes. Llamamos a la Guardia Urbana y a la empresa de aguas y nos dijeron que se pondrían y que hablarían con el departamento adecuado para solucionarlo», explicaba un residente de la comunidad de vecinos de Prim, 9.

Los propietarios de los dos comercios más próximos se mostraban preocupados, ya que los fluidos bajaban hacia sus establecimientos. Especialmente alertada estaba la responsable de un nuevo centro de cosmética, que justo apoya a la puerta: tenía que inaugurar hoy la tienda y no sabía si el flujo de aguas fecales habría acabado. Afortunadamente, el sábado se cortó, y unos operarios limpiaron la acera. Los vecinos aseguran que no es la primera vez que se encuentran. «Hace un año hubo otro escape», decía el residente, reclamando más cuidado a los propietarios del inmueble.