Arte
Un belén hecho a mano enamora los más pequeños de Bonavista
Antonio Martínez hace siete años que lo hace
Antonio Martínez, de 68 años y vecino de Bonavista, es el ídolo de todos los niños del barrio. Sobre todo de sus nietos. Y es que, desde hace siete años, Antonio monta un belén|pesebre en el número 43 de la calle doce de Bonavista. La mayoría de escuelas del barrio y algunas de Tarragona visitan el belén año tras año y ya se ha convertido en una cita ineludible que Antonio espera con ilusión.
La historia empezó hace siete años, cuando sus nietos decidieron invitar a sus amigos a ver en el belén que había hecho el abuelo. «Cada vez venía más gente a visitarlo, entonces me animé y decidí hacer una cosa mayor», asegura Antonio Martínez. Actualmente, el belén ocupa 20 metros cuadrados y casi una decena de grupos escolares lo visita durante estas fechas.
Las montañas están hechas con porexpán, papel de diario y pintura. «Incluso, hay una balsa de agua con peces de verdad, que cada día les tengo que poner comida», explica Martínez entusiasmado. El belén está configurado por unas 150 figuras y «todo está hecho manualmente», dice Martínez, que asegura que empieza a prepararlo diez meses antes de Navidad. La entrada es gratuita y, según Martínez, «los niños venden con la escuela y después acompañan los padres. O sea, que siempre hay gente». Los días laborales, el belén se puede visitar de dos cuartos de diez en dos del mediodía y de dos cuartos de cuatro a siete de la tarde. Por otra parte, los días festivos, abre las puertas a las diez de la mañana hasta las dos, y de cinco de la tarde a las siete y media. El día 25 de diciembre y el 1 de enero está cerrado, «pero bajo a dar comida a los peces», explica. Antonio asegura que la elaboración del belén supone mucho trabajo, «pero me siento recompensado cuando veo la cara de mis nietos y de los otros pequeños cuando descubren el belén», concluye.