143 familias no pueden comprar juguetes

Sus Majestats los Reyes de Oriente empiezan a repartir hoy en la ciudad y cierres de Tarragona los presentes para 143 familias con hijos, sin recursos, gracias a la solidaridad de decenas de tarraconenses que han querido, y quieran –tienen de plazo hasta el cinco de enero– colaborar con la campaña de recogida de juguetes nuevos de Cruz Roja. «Empezamos este martes a entregar regalos y lo iremos haciendo de forma escalonada hasta el día cinco de enero, porque son muchas familias a las cuales tenemos» que «repartir», explica Sonia Climent, responsable de Cruz Roja Juventud en la provincia. La campaña arrancó el 29 de noviembre y la entidad social ya lleva muchos presentes recogidos, pero todavía necesita muchos más para no fallar a ningún pequeño. El Mercat Central será un punto fijo de recogida hasta el mismo cinco de enero, Abacus realizará la recolección hasta mañana y El Corte Inglés lo hizo este último fin de semana.

Sólo hay cuatro condiciones para participar: el juguete tiene que ser nuevo, tiene que fomentar el juego cooperativo, no puede ser sexista y no puede tener componentes bélicos. ¡No tienen que tener ni pistolas ni metralletas aunque sean de juguete, ya que nosotros somos la Cruz Roja, claro! Promocionamos la educación», apunta al voluntario Jordi Serrano. El título de esta 24ª campaña de recogida de juguetes sus derechos en juego, no es casual: jugar, es algo más que un entretenimiento. La Convención sobre los Derechos de los Niños de 1989, aprobada como en tratado internacional, dice que «hay que reconocer el derecho del niño en el descanso, el centro de recreo, el juego y la participación en actividades recreativas propias de su edad». Un derecho que la crisis económica ha hecho saltar en muchos casos para|por los aires. Según el Observatorio de Vulnerabilidad de Cruz Roja Cataluña, durante la época más feroz de la recesión, el año 2012, 5 de cada 10 niños no podían tener material de ocio al aire libre como bicicletas o patines y 6 de cada 10 no podían realizar actividades de ocio.

Hoy, muchas familias siguen sin poder permitirse adquirir los productos que sus hijos les piden cuando llegan estas fechas. «Estamos cerca de la Navidad y se los tenemos que dar la alegría de tener alguna cosa nueva para poder pasárselo bien», explica Serrano. De aquí que se haga especial énfasis en el hecho de que los productos sean totalmente nuevos. Se trata, según explican, de no crear niños de primera y de segunda: unos estrenando productos caros y sofisticados, y de otros jugando con los restos a que ya no quieren los primeros. «No hace falta que sea demasiado caro, cada uno lo que pueda. Hay gente que nos ha traído juguetes de 10, otros de 20 y algunos de 30 euros,» relata al voluntario. Se piden sobre todo, juegos de cartas como el Uno o el Jungle Speed o juegos de mesa como el Parchís, el Monopoly y los clásicos puzzles, para edades entre los 7 y los 14 años. «Los juguetes son las herramientas con las cuales los niños y niñas adquieren conocimientos y comportamientos que formarán parte de su bagaje. Sin embargo, durante la infancia el modelo principal de aprendizaje y expresión es el juego y el juguete», expone Cruz Roja Juventud de Cataluña.