Treinta tarraconenses se marchan a Smara para acercar los castells al pueblo saharaui

Una expedición formada por treinta tarraconenses se marcharon este domingo al mediodía dirección Smara, –uno de los campamentos de refugiados saharaui–, con la intención de acercar el hecho casteller a los niños y niñas saharauis. Este es uno de los platos fuertes del viaje. Aparte, los cooperantes se marcharon cargados de novecientos kilos de material deportivo para las escuelas del campamento, a fin de que puedan llevar a cabo deporte durante las clases de educación física.

La expedición se enmarca dentro del proyecto Una ventana al Mundo: intercambio de experiencias educativas, una iniciativa que nació el año 2009 con la intención de dar a conocer la realidad que vive el pueblo saharaui, que hace 41 años que se marchó al exilio y que sobreviven de la ayuda humanitaria. Tal como explica Inés Solé, miembro de Una Ventana al Mundo, «sentimos vergüenza e impotencia cuando vemos cómo España y la comunidad internacional vuelven la espalda en todo un pueblo». Desde el año 2009, Inés y el resto de cooperantes viajan, –como mínimo, una vez al año–, para intercambiar experiencias educativas entre los niños saharauis y los niños catalanes. «La intención es sensibilizar a nuestra sociedad», explicaba Inés Solé.

Este año, los treinta cooperantes se marcharon ayer y volverán el 5 de enero. Además de los cinco talleres de intercambio, esta vez inspirados en el arte, la novedad es que los cooperantes, –algunos miembros de los Xiquets de Tarragona–, acercarán el hecho casteller y sus valores a los niños de las escuelas de Smara. Según Inés Solé, miembro de Una Ventana al Mundo y de los Xiquets de Tarragona, «consideramos que hay una gran correlación entre los valores de los castells, la estructura de un grupo, el funcionamiento de una entidad con el funcionamiento y la lucha del pueblo saharaui». Así pues, de la mano de doce miembros de los Xiquets de Tarragona, se llevarán a cabo talleres de castillos, mostrando el trabajo comunitario por un objetivo común.

La iniciativa ha sido muy bien recibida por la RASD (República Árabe Saharaui Democrática), que ha conseguido que la expedición pueda desplazarse hasta el muro que separa los territorios ocupados de los territorios liberados y levantar un pilar por la libertad del pueblo saharaui. «Tanto por lo que somos castellers como por los que no lo son, la propuesta nos ha emocionado y no hemos dudado al aceptarla», asegura Inés Solé.

Algunos miembros de la expedición se encargarán de hacer fotografías sobre la vida en los campamentos, a través de los valores del hecho casteller. Cuando los cooperantes lleguen a Tarragona se llevará a cabo una exposición, que contará también con imágenes tomadas por los niños saharauis. «Es una manera de explicar la situación que viven a través de sus ojos», decía Solé, que explicaba que también se hará un estudio sobre la lucha de la mujer saharaui.

Ayer, a las tres de la tarde, los treinta cooperantes colocaban las mochilas en el autocar que los llevaba al aeropuerto de Barcelona. Caras de ilusión y, también, de curiosidad, para saber que vivirían durante los próximos diez días. Algunos ya han ido muchas veces, para los castellers, era la primera vez. Y eso se notaba en el rostro de los viajeros. La intención de todo es que vaya más allá que una simple resonancia momentánea y que la sociedad catalana se sensibilice cada vez más.