Muñoz: «El tráfico de la romanidad a la cristiandad es nuestro ADN»

Hace dos fines de semana la Associació Cultural Sant Fructuós llenó el paseo arqueológico con la reconstrucción de la primera Navidad de la historia, una iniciativa que fue visitada por 1.200 personas en tan sólo dos días. Ésta ha sido la última aportación de la entidad que preside el arqueólogo Andreu Muñoz. La Passió de Sant Fructuós, la reconstrucción de un funeral del siglo V d. de C., la edición del libro La Tàrraco de los primeros cristianos o Bethesda: la historia de un sarcófago, recreación que hizo en el marco de Tàrraco Viva, son algunas de las actividades que ha llevado a cabo desde que se constituyó la asociación el año 2000.

Muñoz manifestó en Diari Més que «estamos muy contentos porque hacemos un trabajo silencioso que siempre ha tenido muy buena aceptación, y lo hacemos como entidad que no está en las esferas de las administraciones». La asociación «es un grupo heterogéneo, formado por personas de todo tipo, desde las muy sencillas a profesionales». El presidente de la asociación recuerda que la entidad «se constituyó el año 2000, si bien funcionamos desde 1989».

Andreu Muñoz, que además de presidir la asociación es arqueólogo, ha intervenido en excavaciones de especial relevancia como la que buscó el templo de Augusto en la Catedral, o la de la exedra romana encontrada en el Museu Diocesà, localizado en un lateral del claustro, considera que Tarragona «ha tenido suerte» con el interés del arzobispo, Jaume Pujol, para la historia y el patrimonio cultural. Entre otros motivos, por haber permitido investigar y excavar restos paganos en un recinto dedicado desde hace siglos al culto cristiano. «Cada pontificado ha aportado alguna cosa a la historia de Tarragona y aquí hemos tenido buenos arzobispos que se han interesado por nuestro patrimonio. El actual es doctor en Pedagogía y le interesa el mundo científico. Tenemos su apoyo para hacer trabajos de investigación y ha sido muy receptivo a la hora de traspasar la frontera de la arqueología de la prevención a la arqueología de la investigación».

«El cristianismo creó una cultura y esta línea la hemos traspasado en positivo». «Mosén Sierra Vilaró –puso como a ejemplo Muñoz- fue una persona que, apoyado por el cardenal Vidal i Barraquer, se interesó mucho por la arqueología y excavó la Necrópolis. El actual arzobispo ha recuperado este interés». «La Iglesia de Tarragona sabe que la base de la ciudad y de la institución es la época romana. Tàrraco fue sede metropolitana y, en la época medieval, la restauración también se basó en el periodo romano, un importante tráfico de la romanidad a la cristiandad, un largo proceso que hace que éste sea nuestro ADN», dijo Muñoz.