Albert Puñet: «Ballesteros es un político agotado, ya ha llegado el final de su ciclo»

—Porque decidió ponerse al frente del nuevo partido?

—Después de muchos años militando a Convergencia Democrática de Cataluña, tenía ganas de dar un paso adelante. El proyecto me ilusionó y me veía con fuerzas.

— Qué diferencia hay entre CDC y el PDECAT?

—El PDECAT es un partido creado desde las bases, lo decidimos todo votante. Desde el mes de julio, cuando se creó el nuevo partido, ya hemos votado unas cinco o seis veces: el nombre de la formación, la dirección nacional, los equipos comarcales, etc. Todo pasará por unas primarias y las listas estarán abiertas y desbloqueadas. Además, tenemos un régimen de incompatibilidades muy estricto.

—Qué quiere decir un régimen de incompatibilidades?

—Ningún cargo del partido puede ocupar más de dos cargos públicos. Si se da el caso, los estatutos contemplan un plazo de seis meses –de transitoriedad, que se dice– para dejar alguno de los cargos. Una persona no puede ser alcaldesa, diputado y tener un cargo al partido.

—En su discurso de presentación decía que «todo lo que afecte a Tarragona se decidirá aquí». Es una frase obvia.

—Es por si alguna persona tenía alguna duda. Los equipos locales serán quien decidirán las cosas que afecten a sus municipios, y no la ejecutiva nacional.

—También aseguraba que el próximo candidato a la alcaldía se escogería a través de primarias. ¿Eso quiere decir que cambiará al candidato?

—No, no tiene nada que ver. Eso quiere decir que los estatutos del partido marcan que quien quiera aspirar a un cargo público tendrá que superar unas elecciones primarias. Haya cambio o no haya. Hoy día no se contempla el cambio de candidato.

—Cómo valora la tarea del candidato Albert Abelló?

—Excelente. Tanto él como la concejala Cristina Guzmán están haciendo un trabajo titánico dentro del Ayuntamiento. Se puede visualizar cómo sacan adelante algunas propuestas. Y es que, cada semana, se reúnen con asociaciones de vecinos para captar sus inquietudes y poder trasladarlas al consistorio. En política municipal es importante denunciar aquello que pasa en Tarragona y nuestros representantes en el consistorio lo hacen.

—Tiene algún otro candidato a la alcaldía en mente?

—No. No seré yo quien escogerá ni propondrá candidato.

—Cómo se escogerá?

—Tal como marca los estatutos, a través de unas elecciones primarias.

—Se ve como futuro alcalde de la ciudad?

—Uno de los compromisos de nuestra ejecutiva es que ninguno de los miembros que la configura puede formar parte de ninguna lista electoral en los próximos cuatro años. Por otra parte, hablar de política en futuro es complicado y desconocido. Mi compromiso es continuar al frente del PDECAT. Además, soy un enamorado de mi trabajo –empleado de banca. Me siento valorado y amado.

— Cuál es la importancia de los barrios en la ciudad?

— Yo soy un defensor de la idea de que Tarragona es una y está formada por Bonavista, Sant Pere i Sant Pau, Sant Salvador –entre otros barrios–, y también el centro. Por eso siempre me he quejado de que en la salida de Bonavista hay una señal que pone Tarragona y tendría que poner Centre. Nosotros nos comprometemos al escuchar sus necesidades.

—Qué se tiene que hacer para recuperar el papel del PDECAT en la ciudad?

—seguir trabajando como hasta ahora. También es importante que los tarraconenses recuerden todo aquello que ha hecho bien el partido, que es mucho. El alcalde Joan Miquel Nadal transformó la ciudad y a eso nadie lo puede negar, porque se ve en cada rincón.

—Cómo valora la gestión del equipo de gobierno actual?

—De fin de ciclo. Este mandato está siendo muy largo para el alcalde. Ballesteros podía escoger entre tres tipos de pacto de gobierno: uno de izquierdas, uno en clave nacional y otro de derechas y españolista. Escogió la tercera, que es la peor. Ninguno de los grandes proyectos de ciudad han visto la luz y eso muestra que ha llegado el fin de ciclo. Ballesteros entró en el Ayuntamiento cuando yo todavía no había nacido, lo cual significa que ya es suficiente. Tarragona se merece un gobierno formado por personas que prioricen la ciudad y no las promociones personales.

—Qué opinión tiene de Ballesteros?

—Es un político agotado. Hubiera podido acabar como un alcalde correcto y, en cambio, acabará su mandato como un alcalde incapaz de cumplir ningún proyecto ni ninguna promesa.

—Si no existiera el PDECAT, a quien votaría?

—No visualizo ser de ningún otro partido, porque considero que el PDECAT engloba a la perfección mi pensamiento político.

—Pues con quién pactaría?

—No lo sé. Pero sé seguro que no lo haría nunca con un partido que no defienda el referéndum soberanista y que pusiera por delante sus intereses a los de la ciudad.

—Qué piensa del sobrecoste que supone el aplazamiento de los Juegos Mediterráneos?

—Sinceramente no me lo creo. Además, si no fue capaz de conseguir más dinero de los patrocinadores para poder celebrar el acontecimiento, que les hace pensar que ahora conseguirán para pagar el sobrecoste. La ciudad ha hecho el ridículo mayor de su historia. Por otra parte, el pacto de la vergüenza –PSC, PP y Unió- tendría que romperse, ya que no ha servido ni para financiar los Juegos, tal como nos prometieron. No se puede permitir que se siga dañando la imagen de Tarragona.

—Piensa que tendrían que dimitir Ballesteros y Floria por el caso Inipro?

—Soy muy respetuoso con las decisiones judiciales. Según mi punto de vista, si no hay una sentencia, no hay que dimitir. Si finalmente se demuestra que Inipro sirvió para pagar una campaña de promoción al alcalde a través de las redes, no sólo tendrán que dimitir, también tendrán que dar explicaciones a todos los tarraconenses. De momento, tenemos que ser prudentes y tener paciencia con el timing de la justicia.

—El PDECAT es un partido independentista?

—Me hace gracia esta pregunta. ¿Queréis decir que no lo hemos demostrado? Los principales cargos públicos llamados ante los tribunales para defender el referéndum son de mi partido, lo cual quiere decir que hemos demostrado que estamos a favor de la independencia.