El alumbrado de Bonavista se está renovando para acabar con los continuos fallos
El Ayuntamiento dio la orden a la empresa de mantenimiento de que se cambiaran todas las farolas con deficiencias de forma progresiva
El alumbrado público de Bonavista ya se está reparando y renovando. Hasta llegar aquí, han pasado muchos meses de quejas por parte de los vecinos del barrio, que se han ido acentuando a medida que el sol se ponía más pronto y la luminaria pública tenía que realizar, más horas, su necesaria función. A primeros de octubre, los vecinos tenían contabilizados como mínimo ocho calles: el Tres, el Quatre, el Cinc, el Sis, el Deu, el Dinou, el Vint-i-dos y el Vint-i-tres. Aunque vale a decir que también se han producido muchas otras quejas de otras vías del barrio, donde algunas jornadas ha fallado el alumbrado público. Por ejemplo, el último día de Sant Esteve, en la emblemática plaza de la Constitución, se producían varios fallos.
Hace pocas semanas, la empresa pública adjudicataria del mantenimiento de las farolas de la vía pública, SECE (Sociedad Española de Construcciones Eléctricas) recibió la orden por parte del consistorio tarraconense de «concentrar todos los esfuerzos al cambiar todas aquellas farolas que fallan», según garantiza un portavoz de la corporación municipal. Tal como reconoce el Ayuntamiento, muchas de las lumbreras de Bonavista presentaban deficiencias. Además, los técnicos encargados del mantenimiento observaron que el problema se agravaba cuando llovía y en algunos casos entraba agua dentro del cableado eléctrico, dejando la farola inutilizada.
El proceso de renovación se está llevando a cabo desde hace unas semanas y se extenderá en un amplio periodo de tiempo, ya que la idea es que se vayan sustituyendo los mecanismos a medida que los técnicos tengan constancia de un fallo. Se cambiará el cableado interno y algunos de los plásticos que protegen las bombillas, para aislar mejor el sistema y evitar daños con las alzas, pero la estructura metálica exterior se mantendrá intacta.
Esta renovación supone una tranquilidad para muchos vecinos, que según habían explicado anteriormente a este diario, pasaban auténtico miedo al tener que transitar por las calles cuando estaban totalmente oscuros.
Electricidad con una cuerda
Una instalación eléctrica de carácter temporal, en un peligroso estado –está soportada por cuerdas– se ha acabado convertido en «eterna». Es la queja de los vecinos de la calle Nou del barrio, que han visto como la finalización de las obras del nuevo templo parroquial no ha supuesto el fin de esta deficitaria estructura por donde pasa electricidad. La iglesia evade la responsabilidad asegurando que es una cuestión «de la constructora del edificio y del Ayuntamiento». Por la parte que le toca, el consistorio explica que recientemente ha abierto un expediente «con el fin de comprobar la instalación y requerir a los responsables que realicen las actuaciones pertinentes con el fin de garantizar el servicio y la seguridad de la instalación».