Alerta vecinal en La Floresta y La Alborada por 3 robos en pisos cometidos en 5 días
Han entrado a robar a dos ancianos mientras dormían, a un matrimonio que se encontraba en el hospital y a una mujer que estaba fuera trabajando
Preocupación en los barrios de La Floresta y La Alborada por el goteo de robos que se han producido en la última semana. Han sido tres robos en cinco días. El primer fin de semana del año se saldó con dos de estos sucesos en La Floresta. Ambos tienen en común que se cometieron en hogares donde habitan personas de edad adelantada.
En uno de ellos, perpetrado la noche de Fin de Año, los ladrones entraron en el piso con los dos ancianos dentro, mientras dormían. Reventaron la cerradura de su hogar en el bloque Haya, número 19, pero una vez dentro, al escuchar una radio encendida y pensar que los inquilinos estaban despiertos, no pasaron de la primera habitación del pasillo. De allí se llevaron un smartphone de José y la bolsa de Carmen. Los dos rondan los ochenta años. Cuando se levantaron y vieron que la cerradura estaba destrozada pasaron mucha angustia. Ella estaba muy preocupada por lo que les podían haber llegado a hacer. Ha tenido que ir al médico y está con medicación», expone a una vecina. «El marido vio como una especie de linterna pero no le hizo caso demasiado. No se dio cuenta de todo lo que había pasado hasta el día siguiente», apunta a Francisco, un amigo de José.
Aprovechan que están en el hospital
El otro robo cometido el mismo fin de semana se produjo en el bloque Begonia, número 12, donde reside un matrimonio que últimamente atraviesa problemas de salud. «A ella le cogió un ictus cuando estaban en Madrid visitante a la familia y, una vez estabilizada, la trasladaron a Juan XXIII. El marido pasa el día y las noches al hospital y pensamos que los ladrones se podían haber enterado de que en el piso no había nadie y podían entrar», expone a un vecino. El marido, al llegar a Tarragona dejó las bolsas, sin deshacer, en la entrada de la vivienda para ir rápido a hacer compañía a su mujer en el hospital, un hecho que aprovecharon los delincuentes: entraron en la casa y van arramblar con todas las joyas que la mujer se había llevado de viaje y que estaban en la bolsa de la entrada, aparte, también los sustrajeron algunos objetos de valor.
Entran cuando era a trabajar
El último caso de robo en un hogar de esta zona de Ponent se produjo el último miércoles. Los ladrones entraron en una vivienda del número 27 de la calle Lluís Bonet Amigó de L'Albada a las vueltas de las 11 de la mañana cuando sus inquilinos, una mujer con su hija, estaban fuera. Ella se encontraba trabajando. En este caso, forzaron la puerta por el lateral hasta hacer saltar la cerradura. Aunque ningún vecino se alteró por los golpes contra la puerta, un niño pequeño del piso de debajo sí que se dio cuenta, comunicándolo después a sus padres, aunque ya era demasiado tarde.
Estos tres robos han puesto en situación de alerta en los dos barrios vecinos. La sensación de inseguridad es patente especialmente en La Floresta, donde residen muchas personas mayores, y en algunos casos sola. «Yo he tenido problemas de arritmias y ahora, cuando escucho algún ruido extraño ya me pongo muy mal. Algunas vecinas mías se han ido poniendo cerraduras extras y pasadores y yo ahora le pediré a mis hijas que también me lo hagan», desarrolla una vecina de José y Carmen, quien no se explica porque lo hacen en el barrio. «Aquí no pueden tomar nada porque no tenemos nada...» , añade.
Reclaman patrullas policiales
Desde la asociación de vecinos de La Floresta, en palabras de su presidente, Miguel Ángel Cruz, consideran «chocante» la situación. Creen que los delincuentes vigilan a sus víctimas antes de asaltar el hogar, por lo que piden tanto a Mossos D'Esquadra como la Guardia Urbana, que redoblen las patrullas en el barrio. «No los vemos por aquí», expone Cruz, quien opina que «las personas mayores se oirían más segura si vieran pasar más a menudo a los agentes por el barrio». De momento, la entidad ya ha ofrecido una serie de consejos a las personas mayores. «Los hemos avisado que cierren con llave y que al mínimo ruido extraño, llamen al 112», apunta al presidente.