Los vecinos del Valle del Arrebatamiento recuperan el local social del barrio

Después de una larga reivindicación, la Asociación de Vecinos de la Vall de l'Arrabassada y Músics ya tienen local social para celebrar actividades y para reunirse. Así se aprobó el pasado mes de octubre, en un plenario del consistorio, en el cual se decidió ceder el espacio y entregar las llaves del local a la entidad vecinal. La suyo se encuentra en la bajada de Internet, al lado del Centro de Atención Primaria de Levante. De hecho, se accede al local por el aparcamiento del CAP.

La sede está configurada por una planta baja de 150 metros cuadrados con una sala diáfana con armarios. El espacio tiene tres dependencias: un despacho, una cocina y los lavabos. «Desde hace unos años, este local sólo se utilizaba como colegio electoral», comenta Josep Maria Bertran, presidente de la Asociación de Vecinos del Valle del Arrebatamiento y Músicos. La entidad tiene la intención de llevar a cabo actividades como clases de danza, talleres de cocina y dibujo, entre otros. Además, la asociación ya tendrá lugar donde reunirse, para organizar actividades, como por ejemplo las fiestas de barrio que se celebran en verano.

Pesebres para inaugurar

El pasado 20 de diciembre, la entidad vecinal inauguró el local con una exposición de pesebres, que cedió la Asociación Pesebrista de Tarragona. «Gracias a este local no pasaremos frío y, en el caso de lluvia, podremos celebrar igualmente los actos», explica Bertran, quién añade que «hasta ahora, teníamos que suspender actividades por la mala climatología, ahora ya no pasará». El presidente de la entidad explica que la intención es programar charlas sobre temas de actualidad, como por ejemplo el plan de la Budellera. «La semana que viene nos reunimos para programar el año», concluye Bertran.

La reivindicación de los vecinos trae cola. Hasta hace unos tres años, el barrio contaba con dos asociaciones vecinales. La más antigua, desaparecida hace unos años, disponía de este local social. La actual entidad vecinal, –que nació más tarde– se conformó con una caseta situada en el Parque de las Letras Catalanas. «Pero no la pudimos utilizar nunca porque había problemas en la construcción», explica Bertran. Cuando la asociación se enteró de que el espacio de la bajada de Internet estaba disponible, no dudaron en pedirlo al Ayuntamiento. «Los concejales no nos hacían caso, les suplicábamos un espacio para poder llevar a cabo actividades. Nacimos hace diez años y hace más de ocho que no disponemos de local social. Ya era hora. Estamos muy contentos», asegura Bertran.