Usuarios de la EMT esperan 15 minutos bajo cero por problemas con la máquina de los tickets
Uno de los afectados se queja de la «insensibilidad» del conductor, que no ha dejado subir a los pasajeros a pesar del frío
El EMT quiere mejorar su rapidez permitiendo el acceso al bus por la puerta central
Un usuario habitual de la EMT de Tarragona ha denunciado a Diari Més la situación vivida este jueves por la mañana en la parada de autobús de la estación de tren, donde los usuarios han tenido que esperar 15 minutos bajo cero para subir al vehículo a causa de una problemática con la máquina de los tickets y la «insensibilidad» del conductor.
El hombre, que ha querido conservar su anonimato, ha explicado que cada día coge el autobús de la línea 21, que sale de la estación de tren a las 7.30h de la mañana. Explica que en muchas ocasiones los conductores tienen problemas con la máquina de tickets, que en un primer momento no funcionan. Alguno de ellos, viendo que hace frío, viento o llueve, hacen subir a los pasajeros, que pasan la tarjeta una vez se ha podido solucionar el problema. Pero este jueves no ha sido así.
El pasajero encargado de denunciar la situación se queja de «la insensibilidad» del conductor que este jueves por la mañana conducía el autobús 359, que afirma que ha tenido los pasajeros esperando 15 minutos en la calle con viento y una temperatura de -3ºC, entre los cuales había personas mayores. El hombre afirma que finalmente los ha dejado subir al autobús pasado 5 minutos de la hora de salida, aunque la máquina todavía no funcionaba, cuando él mismo le ha preguntado si pensaba empezar la ruta. Al preguntarle porque los otros conductores dejan subir a los pasajeros en esta situación y él no, el trabajador de la EMT le ha contestado que hacía «lo que le mandaban». El hombre ha puesto una hoja de reclamación a la EMT denunciando esta situación.
El usuario afectado pide a los conductores que «comprendan que no transportan ganado, sino seres humanos» y también reclama a los directivos de la EMT que conciencien a los supervisores «que mandan con tanta ligereza y sin pensar en el cliente». Por último también reclama que se instale un pequeño techo en la estación para que los pasajeros puedan resguardarse del viento.