Los graduados de la URV encuentran trabajo y se quedan a trabajar en el territorio
El 61 por ciento de los del 2010 encontraron trabajo antes de acabar los estudios
Los graduados de la URV encuentran trabajo, siguen formándose y se quedan a trabajar en el territorio. Esta es una de las aportaciones hechas a la Jornada Universidad y Mundo Laboral, organizada por el Consejo Social de la universidad tarraconense, donde se presentaron los estudios del grado de inserción laboral de los graduados a lo largo de los últimos años.
Ferran Mañé, director del Observatorio de Ocupación de la URV y profesor de Economía en la Facultad de Economía y Empresa, presentó los datos sobre la inserción laboral de las personas graduadas por la URV desde 1998 hasta el 2010, extraídas del Cuestionario para el seguimiento de la inserción laboral de los graduados universitarios. Este cuestionario, hecho desde la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario Catalán (AQU) con el apoyo de los consejos sociales de las universidades catalanas, se hizo mediante encuestas a los graduados en oleadas sucesivas desde el 2001, y la URV extrae y estudia los datos de sus titulados. La última encuesta, de 2014, estudió la inserción laboral de los graduados el año 2010, para ver su evolución en el mercado de trabajo, y la muestra obtenida fue representativa.
Los resultados
El 61 por ciento de los graduados del 2010 de la URV encontró trabajo antes de acabar los estudios o en menos de un mes de su finalización, aunque hay diferencias por áreas de conocimiento; el 21,9 por ciento entre 1 y 6 meses, y el 17 por ciento tardó más de 6 meses. Curiosamente, se accede más bien al mercado de trabajo que antes de la crisis, aunque las condiciones laborales han empeorado. «No cuesta conseguir trabajo, lo que cuesta es encontrar un buen trabajo o poder cambiar a otra mejor», dijo el director del Observatorio de Ocupación.
En la encuesta, con respecto a lo que creen los graduados que valoraron para contratarlos, figura, por orden de importancia: el dominio de idiomas, las habilidades sociales y comunicativas, la capacidad de planificación y de gestión, los conocimientos prácticos y la habilidad del trabajo en equipo, entre otros. Algunas de estas habilidades son las que se adquieren en los estudios de Humanidades, aunque sus graduados, al salir de la Universidad, se encuentran con mercados laborales más pequeños. En general, los jóvenes preguntados tienen la sensación que se les pide más, pero en realidad las competencias exigidas por los puestos de trabajo no han cambiado en los últimos años, explicó Ferran Mañé. «Habría que tener más en cuenta todos estos datos en el seno de la Universidad, cuando se planifican las enseñanzas», recomendó en el curso de su intervención.
Actualmente, una vez superada la fase más dura de la crisis económica, la satisfacción de la juventud de la URV, sobre todo de las mujeres, que ya trabaja, con respecto a su trabajo, ha aumentado. Hasta el año 2007, el nivel de inserción laboral en la URV superaba la media de las universidades catalanas, pero empeoró por la crisis económica, especialmente entre las graduadas. «La situación de la Universidad cuando a la inserción laboral es buena, con claroscuros,» remarcó el director del Observatorio de Ocupación.