Robots y animales para luchar contra la crisis de vocaciones en el mundo de la ingeniería

El mundo animal, aplicado a la ingeniería y la robótica, es el reto sobre el cual trabajarán más de cuatrocientos alumnos de centros escolares de las comarcas tarraconenses, en el marco de la sexta edición de la First Lego League que este año se llevará a cabo el 4 de febrero en el Palau de Congressos de Tarragona. Esta iniciativa la organiza la Escuela técnica Superior de Ingeniería (ETSE) en colaboración con la empresa Lear Corporation, dedicada a la creación de componentes para el automóvil.

Un total de 330 jóvenes de 10 a 16 años participarán en la competición sénior, mientras 110, de 6 a 9 años, lo hagan en la juniora. Los sénior, pertenecientes a 20 escuelas, trabajarán sus proyectos distribuidos en 33 equipos.

Uno de los objetivos que persigue esta iniciativa es combatir la crisis de vocaciones en el sector de la ingeniería, dijo Domènec Puig, director del ETSE en la rueda de prensa de presentación de la sexta edición del concurso. Con esta propuesta «queremos fomentar vocaciones en los ámbitos de la ciencia y de la ingeniería, que los niños aprecien el mundo de la tecnología, y por este motivo en las escuelas se ha hecho un trabajo previo las últimas semanas e, incluso, meses». Monte destacó que «algunas escuelas hacen competiciones internas para decidir los equipos que irán a la final y este es un factor que contribuye a la divulgación y multiplicador de la investigación».

El reto

Los alumnos tendrán que presentar un proyecto basado en el mundo animal y, a partir de esta temática, construir un robot con piezas de Lego «que sea estable, mecánico y que esté bien hecho», explicó el profesor Albert Ollé. Puso como ejemplo un posible trabajo a partir «de un perro que detecta el cáncer o, también, hacer un robot por abrir la puerta de una zona cerrada, de manera automática, para que las ovejas puedan salir al exterior». Los alumnos tendrán que defender el método científico utilizado ante un tribunal, el cual también valorará el trabajo en equipo.

Este año, el concurso se hará en Tarragona, «gracias al acuerdo al que han llegado los ayuntamientos de Reus y de Tarragona, que han decidido que se haga en las dos ciudades alternativamente», de manera que la edición del 2018 se llevará a cabo en la capital del Baix Camp, informó a Puig.

Por su parte, el rector de la URV, Josep Anton Ferré, remarcó que una iniciativa como la First Lego League «tiene importancia por qué las nuevas generaciones identifiquen cuáles son los retos sociales que les espera en el futuro». «En el ámbito de la ingeniería siempre hay más demanda externa, de las empresas y las administraciones, que de estudiantes que quieren estudiar Ingeniería. Tenemos crisis de ingenieros y en países como Alemania los importan porque han desistido formar ingenieros». Por este motivo, «este concurso es especialmente importante ya que se quieren captar vocaciones».

Ferré agradeció la colaboración de la empresa Lear, mientras que el director de la compañía por Europa y África, Alberto Tocco, recordó que «muchos de los ingenieros que trabajan en Lear, en Valls, estudiaron en la URV». Lear fabrica componentes para 300 marcas de vehículos.