El edificio del Banco de España acogerá un Centro Tecnológico de divulgación

Un Centro Tecnológico. Por fin. Después de catorce años del cierre del Banco de España, el Ayuntamiento tiene la voluntad que el edificio acoja un Centro Tecnológico, que englobe varios proyectos de los grupos de investigación, como por ejemplo, el Institut Català d'Investigació Química (ICIQ), el Institut Català d'Arqueologia Clàssica (ICAC) y el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES). «La intención es divulgar el conocimiento y la investigación que está alcanzando Tarragona en todas estas ciencias. Se tiene que reconocer el esfuerzo de los investigadores. El hecho de crear un Centro Tecnológico ayudará a valorar este trabajo», explica el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros.

Todo apunta a que esta propuesta será la definitiva, después de muchos anuncios para ocupar el edificio del antiguo Banco de España. Según el alcalde Ballesteros, «en estos momentos, el concejal Francesc Roca se encuentra en conversaciones con los diferentes portavoces de los grupos municipales para explicar la idea». El Ayuntamiento sigue manteniendo que, antes de llevar a cabo ningún proyecto, contará con el visto bueno y la aprobación de los vecinos de la zona. Fuentes municipales aseguran que la iniciativa permitirá dar a conocer la inversión que, desde hace muchos años, hace la ciudad en investigación.

Según explica el alcalde Ballesteros a Diari Més, «no se trata de reunir las sedes de los institutos de investigación, sino de englobar los proyectos en un espacio, como es el del edificio del Banco de España. La fórmula de cómo hacerlo no está cerrada, pero tenemos claro que la cosa irá por aquí». Se tratará de un centro de divulgación, para promocionar los diferentes grupos de investigación, que destinan pocos recursos a la publicidad. El proyecto no sólo estará destinado a los centros educativos, también será un reclamo turístico, según tiene previsto el equipo de gobierno.

Catorce años en desuso

El histórico edificio está en desuso desde el 31 de diciembre del 2003. Desde entonces han sido muchas las propuestas de los políticos para ocupar el Banco de España. En un principio, cuando el edificio todavía era del Estado, el gobierno central tenía la voluntad de ubicar un conjunto de oficinas administrativas. La iniciativa quedó en nada. No fue hasta el 2010, cuando, después de un largo periodo de negociación, el Ayuntamiento de Tarragona se quedó con el inmueble. Los tarraconenses recuperaron la esperanza, pero seis años más tarde, el edificio, de casi tres mil metros cuadrados, continúa vacío. Durante una época, la fachada del Banco de España contó con una pancarta que ponía Ya es nuestro, que fue sustituida por una lona de los Juegos Mediterráneos del 2017.

La primera idea del Ayuntamiento tarraconense fue la de rehabilitar el interior del edificio e instalar un centro de interpretación turístico, en el cual se explicaría el patrimonio de la Tàrraco Romana. El proyecto estaba valorado en 4,5 millones de euros. Aunque la propuesta resonó en la feria madrileña Fitur, el proyecto no fue a ningún lugar. Después llegó la crisis económica y el uso del banco de España no fue una prioridad para el gobierno de Ballesteros.

Continuamos. Hace sólo dos años, el Ayuntamiento anunció que el edificio número 101 de la Rambla Nova (ubicado el Banco de España) acogería un Museo de la Química. Incluso se firmaron acuerdos con la universidad, con la patronal y otras instituciones, pero la idea se esfumó.

Los vecinos del centro de la ciudad y los grupos de la oposición también han querido decir la suya durante estos años. Primero propusieron que la Biblioteca Pública se instalara allí. «No mejoraría la actual –situado en la calle Gasòmetre–, ni en condiciones ni en superficie», explica Ballesteros. Los vecinos piden e, incluso recogen firmas, para transformar el Banco de España en un centro cívico. Todo parece indicar que la idea actual será la definitiva: el edificio del Banco de España será el Centro Tecnológico de la ciudad. De momento, no hay plazos ni fechas, aunque fuentes municipales aseguran que el mes que viene se pondrán manos a la obra con el proyecto.

Discusión sobre la valla

Los jardines que rodean el edificio también han sido objeto de polémica. El equipo de gobierno aseguró que el pasado mes de diciembre se abrirían, pero la actuación se está retrasando. Según explica el alcalde, «actualmente, se está discutiendo con cultura si la valla es patrimonio protegido o no. En caso de que no lo sea, haremos desaparecer la valla totalmente o parcialmente, y abriremos el parque a la ciudadanía. No serán los jardines del Banco de España, serán unos jardines públicos». Está previsto que los jardines abran puertas durante el primer trimestre de este año y contarán con bancos y farolas que harán atractivo el espacio recreativo. El alcalde asegura que «el parque infantil estará situado muy cerca de aquí, en la calle Ixart».