La Comissió d'Urbanisme obliga el consistorio a modificar el Plan de la Budellera
El Plan se tendrá que volver a tramitar y aprobar en una nueva votación que se prevé que no vaya más allá de dentro de un mes
Tarragona ha decidido hacer marcha atrás y volver a tramitar el polémico plan urbanístico de la Budellera. La Comissió d'Urbanisme del Camp de Tarragona, reunida este viernes, ha puesto deberes al Ayuntamiento de Tarragona. Ha emitido un informe con toda una serie de observaciones sobre este plan parcial que forma parte del nuevo POUM, previsto de construir en la zona de Llevant de la ciudad. Algunas son de obligado cumplimiento, como su ejecución escalonada por fases. El consistorio se ha avenido a retirar las tres torres destinadas a hoteles, mientras que las viviendas tendrán una altura máxima de planta baja y seis plantas. El plan urbanístico contemplará 4.100 viviendas -no los casi 6.000 planteados inicialmente. Por todo ello se quiere volver a aprobarlo inicialmente -trámite que se había hecho en septiembre-, una votación que se prevé no vaya más allá de dentro de un mes.
«Como hay una modificación sustancial, haremos una nueva aprobación inicial; estamos absolutamente de acuerdo con las recomendaciones, que ya habíamos hablado con el director general de Urbanismo, las trabajaremos en las próximas semanas y seguramente las podremos aprobar dentro de un mes», ha declarado el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, al salir de la Comissió d'Urbanisme.
La comisión, celebrada este viernes, ha fijado, de acuerdo con el Ayuntamiento, unas pautas que tendrá que seguir, justo el día siguiente del plenario municipal en el cual se debatió una moción para suspender el plan, pero el equipo de gobierno se negó. Según han informado fuentes de Urbanismo, la comisión ha puesto de manifiesto unos recordatorios, de carácter vinculante, donde el proyecto topaba con la legalidad.
Así, por ley, la comisión plantea un desarrollo del proyecto por etapas, con objeto de evitar que una zona en concreto ya urbanizada se vaya deteriorando porque no se ocupa, puesto que el plan no se completará hasta de aquí a veinte o treinta años. La comisión también pide la revisión del paso de líneas eléctricas, y a la vez valora «el respeto por las zonas boscosas y por la Anilla Verde, a la cual se añaden 50 hectáreas», dice el alcalde.
Luz roja al aparcamiento de la playa Larga
La comisión, pero, impide la construcción del aparcamiento previsto a la zona de la playa Llarga al considerar que los suelos calificados como espacio libre público sólo pueden tener usos de ocio. Ésta era una queja denunciada por los vecinos. El alcalde ha garantizado que se aprovechará para hacer más anchos los pasos por debajo la vía del tren y mejorar la accesibilidad desde las urbanizaciones hacia la playa. Finalmente, la comisión también aconseja un mayor esponjamiento del torrente que discurre por el ámbito, así como algunos cambios en materia de movilidad, otra de las reivindicaciones de los vecinos. El alcalde, pero, ha insistido que se tratan de recomendaciones a las cuales se avienen a seguir para mejorar un plan urbanístico que también arrastra alegaciones -a las cuales el consistorio tiene que responder próximamente.
El regidor de Urbanismo no votará
En cualquier caso, el plan se quiere volver a traer a aprobación inicial, un trámite donde el regidor de Urbanismo, Josep Maria Milà, no podrá votar. Ante las incompatibilidades del regidor con el proyecto, que el grupo de Ciutadans reprochó en el pleno, el alcalde de Tarragona se ha mostrado firme al garantizar que no intervindrá en este asunto -responsabilidad que ahora asumirá la concejala Ivana Martínez.