Los jabalíes llegan en Sant Pere i Sant Pau y a la finca del Pont del Diable
En algunas zonas del Camp de Tarragona, el número de animales de esta especie se ha multiplicado por cuatro en los dos últimos años
Los jabalíes han llegado en Sant Pere i Sant Pau y en el Pont del Diable, lo cual significa que se están introduciendo en la Anilla Verde de Tarragona más allá del espacio para ellos habitual. Lo que más preocupa es el hecho posible que los animales hagan suyo el territorio, por ser un espacio donde les es más fácil encontrar comida como resultado de la presencia humana. De manera especial en época de cría, estos animales se pueden volver agresivos si se sienten amenazados.
Todo el entorno de la Anilla Verde es punto de encuentro de ciclistas y caminantes, especialmente los festivos y fines de semana. Algunos ya se han encontrado con la sorpresa de ver a corta distancia un grupo de jabalíes. Ante una circunstancia como la comentada, el presidente de la delegación de Tarragona de la Federació Catalana de Caça, Joaquim Vidal, aconseja «no mirarlos, reducir el ritmo de la marcha e ignorarlos, y por encima de todo, nunca darles comida». Vidal añade que lo más normal es que «el jabalí tenga miedo de los hombres, contrariamente a lo que se piensa y, por lo tanto, hace falta hacer movimientos que no hagan que se sienta amenazado».
El representante de la Federació Catalana de Caça remarcó que es un error aportar alimentos a los jabalíes, animales que son salvajes, «porque si una persona les da comida, se amansan y eso puede llevar problemas, sobre todo si nos encontramos una cerda con las crías». «Estamos hablando de un animal peligroso y hay que mantener las distancias», ha subrayado. La temporada de caza del jabalí se mantendrá abierta hasta el próximo mes de marzo. En los últimos años su presencia ha aumentado y sólo esta actividad y las batidas facilitan mantener un equilibrio ecológicamente sostenible.
La temporada pasada se abatieron en el territorio de Cataluña 40.000 ejemplares y el número de los que vivían era de cerca de 100.000. Según Vidal, «en los últimos años la cifra de jabalíes en el Camp de Tarragona ha crecido y, en este periodo, se ha pasado de cazar un millar a más de tres mil. El motivo radica en el hecho que «se ha reducido el espacio de bosque, ha bajado el número de cazadores y ha crecido el de animales». «Es imprescindible hacer un control de la población», ha insistido Vidal.
Aumenta el número
La población de jabalíes está experimentando un crecimiento considerable, hecho que pone en peligro los cultivos. La temporada 2014-2015 se capturaron en el Camp de Tarragona 3.474 ejemplares, y 1.748 en las Terres de l'Ebre. En los dos últimos años, el número de jabalíes se ha multiplicado por cuatro en algunas zonas. Éste ha sido el resultado de un estudio hecho en el refugio de fauna salvaje del Bosc de Poblet, donde se alcanzó la cifra más alta de los últimos cinco años. La densidad de población de jabalíes por cada 100 hectáreas se situó, en el 2016, en torno a los 21 ejemplares, enfrente de los 18 del 2015, los 5 del 2014, los 6 del 2013 y los 13 del 2012. Este censo, que se realiza desde el 2010 en la zona del barranco del Tillar, en Vimbodí i Poblet. Estos números se pueden aplicar, con cautela, en otras zonas del Camp de Tarragona. Sin ir más lejos, el pasado mes de diciembre se vieron y fotografiaron un par de senglares deambulando por el barrio marítimo de Altafulla.