Ballesteros y su anuncio «escondido» de la pérdida de competencias de Villamayor

Sólo lo sabían los trabajadores de los Juegos Mediterráneos. Y es que la cláusula de confidencialidad les impide ofrecer ninguna información en lo referente a los Juegos. Ni a la prensa, ni a nadie.

El 23 de diciembre, Josep Fèlix Ballesteros, presidente de los Juegos y alcalde de Tarragona, envió una carta a sus trabajadores donde explicaba varios cambios referentes al acontecimiento deportivo, entre ellos el que hace referencia a la degradación de Javier Villamayor y al ascenso de Víctor Sánchez. En el escrito, más bien hacia el final del mismo, y ciertamente camuflado, Ballesteros exponía que «he propuesto de común acuerdo con el presidente del Comité Olímpico Español, y así se acordó por unanimidad en el último Patronato de la Fundación celebrado el 15 de diciembre del 2016, que las tareas de representación institucional, seguimiento de obras e inversiones, y captación de patrocinios sean competencias de Comisionado de Alcaldía por los Juegos Mediterráneos, Javier Villamayor». Seguía rezando el comunicado que «igualmente, acordamos que Víctor Sanchez asuma en exclusiva la dirección organizativa, operativa y económica de la oficina de los Juegos, como director ejecutivo».

Eso se traduce en la pérdida de competencias de Javier Villamayor, que pasa de estar en el lugar más alto, a nivel ejecutivo, a reunirse con concejales y alcaldes de municipios sede y buscar espónsores para el acontecimiento deportivo. Asimismo, Víctor Sánchez, que era el adjunto de Villamayor, pasa a ser el director ejecutivo.

Según la carta enviada por Ballesteros, esta siempre ha sido una decisión «conjunta», con la que implica tanto a los Juegos como al Comité Olímpico Español.

El dinero del Estado

La carta enviada a los trabajadores cuenta con otras curiosidades. Una de ellas es que Ballesteros habla de «negociación en curso con el Gobierno del Estado y los Grupos parlamentarios con representación en las Cortes Generales» con respecto a la aportación del Estado. Eso quiere decir que todavía no se ha cerrado la partida presupuestaria de cara a lo que aportará el gobierno central a este acontecimiento deportivo.

Además, Ballesteros reclama «estrechar todavía más la colaboración con las ciudades-sede, administraciones públicas y grupos municipales representantes en el consistorio tarraconense». Con algunos, lo tendrá difícil.