El Ayuntamiento trabajará por barrios el consumo de alcohol entre los jóvenes

«Si resulta que el absentismo escolar es uno de los factores que más se correlaciona con consumir alcohol, no es lógico centrar una campaña a hacer charlas a los institutos». Esta es la reflexión de Patrícia Ros, directora del Servicio de la Prevención de las Adicciones en el Ayuntamiento de Tarragona y responsable del proyecto Youth in Europe en Tarragona, que ha permitido realizar un profundo estudio comparativo de los hábitos y estilos de vida entre los adolescentes de la ciudad en relación al consumo de alcohol y de otras sustancias.

Después de hacer este estudio, a través de un cuestionario, el proyecto, impulsado por el Ayuntamiento y creado por Islandia, permitirá tomar las medidas preventivas necesarias para reducir el consumo de alcohol entre los adolescentes dependiendo del barrio en el cual viven y estudian. «De esta manera, las medidas preventivas estarán basadas en las realidades de cada joven», explica Patrícia Ros, quien añade que eso se llevará a cabo a través de reuniones entre la comunidad educativa, el núcleo familiar, los agentes de salud y el entorno del barrio, como por ejemplo las entidades vecinales. «Se trata de hacer un traje a medida a partir de los resultados que hemos conseguido a los institutos», explica Rubio.

Esta iniciativa municipal nace de un proyecto europeo que se inició el año 2006. En estos diez años, España nunca había participado como partner hasta el año 2015, cuando Tarragona entró a formar parte del proyecto. La iniciativa, coordinada desde Islandia, desarrolla un método con el objetivo de reducir el consumo y sustancias entre los adolescentes de 15 y 16 años. «El año 1999, Islandia se dio cuenta de que tenían una ratio elevada de jóvenes que consumían alcohol, como actualmente nosotros», dice Rosa, quién añade que «el método funcionó tan bien que los jóvenes que consumían pasaron de ser el 40 por ciento al 5 por ciento».

«El objetivo es basar las estrategias preventivas en la evidencia científica, es decir, dependiendo de la realidad de cada instituto, se ejecutan las medidas pertinentes», explica Rubio. Por eso fue necesario pasar un cuestionario de 70 preguntas a todos los institutos de Tarragona, sobre las condiciones de vida y sus hábitos. Participaron 2.058 alumnos, casi el cien por cien de los adolescentes de 15 y 16 años. De hecho, es la ciudad con mayor aportación de datos de todos los países participantes. «Hemos conseguido tener una radiografía total y fiable de la situación de Tarragona, asegura Rubio, a quien añade que eso nos permitirá ajustar las intervenciones de prevención de una manera muy esmerada».

El resultado fue que un 30% de los jóvenes tarraconenses beben alcohol con cierta frecuencia, el 11% fuma tabaco diariamente y el 18% fuma cannabis de forma habitual. Con estos resultados en la mano, el departamento de Antropología de la Universidad Rovira i Virgili, hizo un análisis exhaustivo cruzando otros condicionantes. «Este informe nos marca las realidades de los barrios en relación con el consumo de alcohol de los jóvenes», explica Rubio.

Los impulsores del proyecto en Tarragona están pendientes de un seminario que se celebrará en Roma y que tratará de la última fase del proyecto: como implementar las medidas. Así pues, a partir del mes de marzo, el Ayuntamiento empezará a hacer efectivas estas medidas en los diferentes barrios de la ciudad.

La concejala de Servicios a la Persona, Ana Santos, ha destacado que «ahora ya contamos con un mapa indicativo de las realidades de cada zona de la ciudad, lo cual nos permitirá incidir en los barrios y en los institutos». Santos ha añadido que esta es una manera de trabajar «de abajo arriba, para intentar que los jóvenes encuentren estímulos para pasar el rato y que el alcohol no sea el estímulo».