Crema de calabacín, bacalao y fruta por 3,70 euros
Una iniciativa que permite comer a un precio muy asequible en el centro de Tarragona
Quema de calabacín con picatostes de pan, bacalao a la portuguesa y fruta. Este es el menú que ofrece hoy Restarraco, un establecimiento que abrió sus puertas en la plaza Ponent, ahora hace tres semanas, y que se caracteriza por cobrar 3,70 euros por la comida completa. Primer plato, segundo y postre. La bebida va aparte. La iniciativa ha sorprendido a todos los negocios de los alrededores, ya que «sale más barato coger la comida aquí que hacerla en casa», explica un vecino de la zona.
Restarraco es una empresa que nació hace 23 años y que siempre ha sido reconocida por servir la comida a las escuelas y empresas de la ciudad. Se dedica a la restauración colectiva. «Un día nos preguntamos porque no ofrecíamos el servicio a la ciudadanía. Entonces surgió la idea de abrir este negocio», explica Jesús Martí, gerente de la empresa. Hace tres semanas que el establecimiento abrió puertas y, según explican los propietarios, «casi cada día acabamos con los menús». Y es que la llave del éxito es ofrecer un precio asequible, sin perder en calidad. «Creemos que la iniciativa tendría una buena acogida entre los tarraconenses y así ha sido», asegura Martí. El horario de apertura es de once de la mañana a tres de la tarde, pero la trabajadora explica que «hay días que a las dos del mediodía ya tenemos que cerrar puertas porque hemos vendido todos los menús».
Una dietista, Mireia Mercadé, es la encargada de elaborar las comidas mensualmente. De hecho, en la entrada del establecimiento, se puede encontrar un tríptico con el menú de cada día con la previsión del mes. Restarraco se adapta a las intolerancias y alergias de los clientes, siempre y cuando se pida con antelación.
Dieta equilibrada
A primera hora de la mañana, los trabajadores cocinan los menús en la nave central de la empresa, situada en el polígono Francolí. La comida se traslada a la tienda, situada en la plaza Ponent y se sirven con unas fiambreras de plástico y papel filme. La dieta es equilibrada: cuenta con legumbres, carne, pescado, verdura y pasta. «Algunos clientes son fijos porque ven que tenemos una dieta bien hecha. Estamos pensando incluir unos abonos para aquella gente que viene a comprar aquí muy a menudo», asegura Martí, quien añade que «aconsejamos que la comida se caliente con una cazuela, mejor que en el microondas».
Para todo el mundo
Según los propietarios, la iniciativa está dirigida a todos los públicos: a las personas mayores que no pueden cocinar, a los jóvenes que están estudiando y no tienen tiempo de hacerse la comida y, finalmente, a las personas que trabajan en oficinas en el centro de la ciudad y tienen poco rato al mediodía. Restarraco abre del lunes al sábado, de once de la mañana a tres de la tarde. De momento, la iniciativa ha tenido una buena acogida entre los tarraconenses.