«Lucharemos hasta el final para defender los derechos de los estibadores»

Joan Galera es presidente del comité de empresa de los estibadores de Tarragona (Estarraco) y, ayer, estuvo presente durante el encuentro entre los representantes del sector y el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. «Íbamos a negociar y hablar sobre cómo liberalizar el sector», asegura Galera. Pero volvieron con las manos vacías.

—Cómo valora la reunión con el ministro?

— Fue como esperábamos. El Estado no se mueve de su posición. No quiere negociar. El viernes presentarán el Real Decreto y, por lo tanto, mantenemos el preaviso de huelga para la próxima semana (20, 22 y 24 de febrero).

—Pero la estiba es el único oficio de España que no está liberalizado.

—Eso es lo que dice el ministro. Pero la realidad es que la liberalización ya se produjo hace años, cuando se introdujo capital privado para hacer tareas portuarias. Ahora quieren cambiar la regulación de los trabajadores de la estiba. Son cosas diferentes.

—Qué piden?

—Que se abra un proceso de negociación serio entre la patronal, el Estado y los trabajadores. Pero un proceso real.

—Pero se tiene que cumplir la sentencia europea.

—Y no nos oponemos a eso. Estamos dispuestos a cumplirla, pero también se tienen que respetar los derechos de los trabajadores.

—Cuáles son las condiciones?

—Garantizar los puestos de trabajo. No podemos aceptar que nos despidan.

—Qué proponen?

—Un modelo alternativo. La creación de un registro estatal de estibadores, como por ejemplo, un colegio profesional. De esta manera se reconocerá la profesión y las empresas que quieran contratar personal, lo tendrán más fácil para coger personas formadas.

— Qué responde el Estado?

—Que este planteamiento no cumple los requisitos de la sentencia, pero hasta ahora, no nos han enseñado ningún documento que lo demuestre. Dicen que el tiempo los aprieta, que no es el momento y que tienen una multa pendiente.

—A efectos prácticos, qué significa que se liberalice la estiba?

—En un periodo de transición de tres años, se eliminarán todos los trabajadores en el ámbito local y estatal. Hablamos de unos 7.000 estibadores que serán sustituidos por contratos de empresas de trabajo temporal. Este será el efecto final.

—Dicen que Ustedes son unos privilegiados. Que cobran más de 100.000 euros anuales.

—Eso nos lo hemos oído decir muchas veces. La gente que realmente quiera saber cómo es nuestro trabajo, sólo tiene que venir y comprobar nuestros horarios, las condiciones de riesgo y la carga de trabajo.

—En qué momento se encuentran las negociaciones?

—Por parte del Estado, no hay nada que negociar. El viernes se consumará el Real Decreto a la espera de la aprobación del Consejo de Ministros y del Congreso de los Diputados. El lunes empezará la huelga, pero nosotros estamos dispuestos a seguir negociando.

—Hasta donde están dispuestos a llegar?

—Lucharemos hasta el final. Tenemos la moral alta y somos un colectivo unido, que muestra determinación a la hora de defender nuestros derechos. Eso sí, siempre dentro del marco legal y del respeto.

—Algunos medios relacionan el incendio del lunes en el Port de Tarragona con el conflicto de los estibadores.

—No hay que decir que no tenemos nada que ver. Ha sido un accidente y, quien diga el contrario, es porque no entiende del tema. Las excavadoras tienen exceso de polvo, que entra al sistema y quema. De todos modos, se ha abierto una investigación que aclarará los hechos. Ha sido una desgracia y una casualidad que eso pase en medio del conflicto de los estibadores.

—Cómo está el ambiente entre los trabajadores?

—La tensión y la preocupación continúan. Y más ahora, después de explicar cómo fue la reunión. Traemos malas noticias de Madrid, pero seguimos trabajando con expectación.

—Cómo son las conversaciones con la Autoridad Portuaria?

—Hemos tenido contacto con ellos. Entienden la situación y entienden que estamos ante un conflicto laboral.