Los desfibriladores vuelven a la vía pública con más medidas de seguridad
El objetivo es evitar los actos vandálicos y que vuelvan a ser robados
La EMT ha vuelto a instalar los desfibriladores de la estación de Autobuses de Tarragona y de la parada de autobús de la calle Colom con más medidas de seguridad para evitar que sean robados o que sufran actos vandálicos. Estos aparatos, vitales para socorrer a una persona que sufra un infarto, fueron retirados la primera semana de agosto después de sufrir patadas y de martillo. Esta es la segunda vez que el desfibrilador se coloca a la estación de autobuses y la tercera vez en la calle Colom desde su instalación a mediados de 2015.
Los nuevos espacios cardioprotegidos en desfibrilador ahora disponen de un mueble más robusto. Aparte, también se ha dotado el aparato de un sistema de localización en caso de robo y de un sistema de protección que activa una llamada automática al 112 en el momento que se retira del mueble que lo protege. También se han colocado cámaras de videovigilancia. Las nuevas medidas pretenden minimizar los actos de vandalismo y evitar los destrozos en el aparato, que tiene un valor aproximado de 1.500 euros.