La caminata más solidaria reúne a más de 800 alumnos en Tarragona

Unos 800 alumnos de diez institutos y escuelas de secundaria de la ciudad han dado sentido, este miércoles, a la palabra solidaridad. Como siempre, el pistoletazo de salida de la 23ª edición de la Marcha de la Solidaridad de Manos Unidas se ha celebrado en el Camp de Mart, con una animación musical y con la lectura del manifiesto por parte de dos alumnos de cada centro. Igualdad, paz y justicia, entre otros, son los conceptos que se han sentido más en un auditorio lleno de jóvenes y de solidaridad.

La caminata, de aproximadamente quince kilómetros, ha salido del Camp de Mart hasta la escuela Mare Nostrum y la expedición se ha detenido en Boscos para desayunar. Después de recuperar fuerzas, el Santuari del Loreto ha sido el destino, donde se ha comido y se ha llevado a cabo una pequeña fiesta con música incluida. La última estación ha sido la plaza de la Font, donde se ha leído el último manifiesto.

El objetivo de la marcha es recaudar dinero para poder hacer frente a un proyecto solidario. Este año se trabaja para construir cuatro aulas para alumnos de Bachillerato en Antananarivo, en Madagascar. El sistema para recaudar fuentes es que cada alumno busca patrocinadores entre amigos y familiares que dan una cantidad de euros por cada kilómetro que han caminado. Es por eso que, durante todo el recorrido, ha habido una serie de puestos de control que certifican que han hecho todo el itinerario. Una vez finalizada la Marcha, los alumnos entregan el dinero a las escuelas y los centros lo dan a Manos Unidas.

«El objetivo de la Marcha de la Solidaridad es doble: por una parte recaudar el dinero para llevar a cabo un proyecto solidario y, por la otra, fomentar el sentimiento de solidaridad entre los jóvenes de nuestra ciudad», explica Esther Freijanes, delegada de Manos Unidas Tarragona. Esta entidad lucha contra el hambre en el mundo. Este año, su eslogan es El mundo no necesita más comida, necesita a más gente comprometida. Manos Unidas ha querido agradecer a los jóvenes su participación en la Marcha, ya que «trabajan para personas que no ven y eso tiene mucho mérito», ha asegurado la delegada, que ha añadido que esta edición ha sido dedicada a Carmen Gay, exdelegada de la entidad que ha muerto recientemente.

Maria Arjona i Mar Vallet, de 14 años y alumnos del Col·legi Mare de Déu del Carme, han coincidido al decir que «gracias a este acto hemos sido capaces en descubrir la magnitud de la palabra solidaridad».