El nuevo radar no soluciona la problemática en la A-7 con respecto a accesos y salidas
La longitud de los carriles situados en las proximidades del cementerio no cumplen con la normativa, como ha informado el Ayuntamiento a Fomento
¿Los carriles de entrada y de salida de la A-7 a la altura del campus de la URV cumplen las medidas reglamentarias?, o ¿es lógico que una vía rápida con vehículos contaminantes pase muy cerca de un centro sanitario, una universidad y una escuela? Son algunas de las preguntas que, desde hace tiempo, plantea un ciudadano que no ha dudado en remitir una carta al cabo de la Unidad de la Demarcación de Carreteras del Estado en Tarragona, Alberto Moreno, para plantearle sus dudas y reclamaciones. Esta problemática entronca con la normativa vigente y también fue abordada en el pleno municipal celebrado el pasado mes de noviembre, mediante una moción presentada por el grupo de ERC y que fue aprobada por unanimidad. El acuerdo implicó remitir su contenido al Ministerio de Fomento, instándolo a realizar un estudio y actuaciones necesarias para adecuar las incorporaciones y salidas existentes en el tramo de la A-7 comprendido entre los puntos kilométricos 1.162 y 1.164 –cementerio y conexión con la carretera de Valls-.
El contenido de la moción deja claro que la máxima velocidad permitida en este tramo –desde la salida y el acceso a la altura del cementerio y la salida hacia Sant Pere i Sant Pau y avenida de Andorra– es de 100 kilómetros por hora, y para cumplir la normativa vigente «los carriles y cuñas de incorporación en la vía tendrían que tener un mínimo de 125 metros, cuando los carriles que actualmente hay no superan los 70 metros». La intensidad media de vehículos en este tramo «es de entre 46.905 y 57.058, según datos del año 2015, lo cual supone un alta densidad».
Por otra parte, la moción de ERC también recogía que, para este tramo de la A-7 y que, antiguamente, fue la circunvalación de Tarragona, «circulan vehículos pesados a alta velocidad, con convivencia con vehículos ligeros que utilizan las incorporaciones con mucha frecuencia por la conectividad entre los barrios de Tarragona, por lo cual se pidió al Ministerio de Fomento la realización de un estudio y las actuaciones necesarias».
Argumentos coincidentes
Los argumentos expresados en la moción aprobada son coincidentes con los contenidos de la carta que un ciudadano remitió a Alberto Moreno y que éste respondió, «en la que hacía referencia a la instalación de un radar por tramo –en funcionamiento desde hace un par de semanas–». El ciudadano, que prefiere mantenerse en el anonimato, asegura que la respuesta del jefe de la Unidad de la Demarcación de Carreteras del Estado «no responde a mi propuesta y en absoluto modifica o mejora los problemas que intenta resolver». «El nuevo radar de tramo –añade–, aunque puede suponer una mejor tecnológica, sólo lo es a efectos recaudatorios, ya que no modifica en nada la situación existente, dado que los vehículos siguen circulando a velocidades elevadas, los adelantamientos de camiones siguen produciéndose y los accesos y salidas de la autovía se mantienen fuera de normativa, con los correspondientes riesgos».
En opinión del autor del escrito, y como comenta en la carta de respuesta que remitió a Alberto Moreno, «la velocidad troncal se tendría que reducir, probablemente a 60 kilómetros por hora, teniendo en cuenta las dimensiones de los carriles de aceleración y desaceleración, o bien aumentar la longitud de estos». Este posicionamiento lo ha hecho llegar, a título de conversación, a la Fiscalía.