El Rey y la Concubina entran en la ciudad y transportan a los tarraconenses hacia el futuro
El aplazamiento de los Juegos Mediterráneos y la finalización de las obras del Mercat, temas centrales en el pregón del Carnaval que se llevó a cabo ayer miércoles
Color, luz, música, baile y desenfreno. Todo eso deja entrever que la ciudad de Tarragona se encuentra inmersa en la época más festiva del año: el Carnaval. Ayer tuvo lugar uno de los actos que da el pistoletazo de salida a unos días llenos de jolgorio y locura. La Entrada del Rey Carnaval y la Concubina estuvo marcada por el disfraz de ambos. Sorprendió la temática de futurismo, con el plateado y el azul como colores estrellas. Los reyes con sus séquitos salieron desde los Despullats, dirección al Palau Reial, al Teatre Tarragona para ofrecer a los tarraconenses un baile de gala que dejó con la boca abierto a todos los presentes. Una de las novedades destacadas de este año fue la participación de los Diables Voramar, que acompañaron a los reyes hasta la plaza de la Fonte.
Una vez allí, el alcalde de la ciudad, Josep Fèlix Ballesteros, entregó la vara de mando al Rey y a la Concubina. Acto seguido, llegó el momento más esperado de la tarde: el sermón. «Bienvenidos al Carnaval de los Juegos Mediterráneos 2017», decía el Rey, dando inicio a la sátira. Los oradores hicieron referencia a los trece millones de euros que se necesitan para llevar a cabo los Juegos y celebraron la apertura del Mercat Central. Estos fueron los dos temas de actualidad que marcaron el pregón de la fiesta. Otra de los toques de humor fue cuando la Concubina aseguró que la Escuela de Baile Nou Ritme –comparsa de la cual forma parte el Rey– estaba «enchufada», porque siempre gana.
Este jueves tendrá lugar uno de los actos más importantes y multitudinarios del Carnaval tarraconense. La Tarraco Arena Plaça acogerá la Disfressa d'Or. Las comparsas desfilarán una sola vez y podrán mostrar el trabajo hecho durante todos estos meses. La concejala de Fiestas, Begoña Floria, anunció el martes que las 3.000 entradas del acto estaban agotadas.
Este jueves por la mañana será el turno del Carnaval más gastronómico, con la coca de chicharrones que ofrecerá el Grupo la Bóta en la Rambla Nova, delante de las Teresianas, y en el interior del Mercat, la Asociación de Vendedores del Mercat Central ofrecerá una cata de butifarra de huevo.