El Joan XXIII tiene una mujer 21 horas en la «sala de las correas sin necesidad»
No había personal suficiente para el traslado a planta después de que naciera el bebé
Una usuaria del hospital Joan XXIII de Tarragona denuncia que su hija, Tamara Fernández, ha estado 21 horas en la comúnmente conocida como sala de las correas del hospital «sin necesidad», incluso después de haber dado a luz a su hijo. Fernández ingresó en el centro el jueves 23 de febrero en torno a las 4 de la tarde, y ya entró directamente en esta sala, donde las ingresadas pasan las contracciones de antes del parto. No fue hasta las 1.15 horas de la madrugada que la joven dio a luz. Desde entonces, estuvo en esta sala «sin necesidad», según denuncia su madre, a Susanna Infantes. El personal médico aseguraba a los familiares que no había habitaciones disponibles. La madre decidió subir a planta para verlo con sus propios ojos, y vio bastantes vacías. Pero finalmente el equipo del centro informó de que no había personal suficiente para realizar el traslado.
La familia estuvo reclamando el traslado durante la noche y la mañana de este viernes. Además, en la «sala de las correas» no se permite la visita de familiares, de manera que Infantes ha tenido que pedir «una vez y otra que me dejaran ver a mi hija y a mi nieto». «Finalmente han accedido, pero después de muchas negativas», asegura. Aproximadamente a las 9.30 horas de la mañana, Infantes ha puesto una reclamación en el centro con el fin de denunciar la situación: «La sala no tiene la comodidad de una habitación, ha estado en malas condiciones y ahora está muy agotada porque no ha podido descansar nada». Pero sin embargo, el traslado todavía ha tardado varias horas en realizarse. Finalmente, el personal del hospital ha trasladado a Tamara Fernández a planta a las dos de la tarde, después de casi un día entero de la entrada de la joven en el hospital, y después de más de 12 horas del parto.
Una vez en la habitación, el trato ha sido el habitual. Según explican, el médico y la enfermera han pasado a comprobar el estado del bebé. Sin embargo, ni Fernández ni la familia han recibido respuesta de ningún tipo después de las 21 horas que la joven ha pasado en la habitación de las correas.