Miles de prendas de ropa y zapatos se apilan en un vertedero en el camino del Llorito

Con la ropa y zapatos que se acumulan en un vertedero localizado en el Camino del Llorito se podría abrir una tienda en el centro de Tarragona o pedir licencia para montar un par de puestos del mercadillo. La gran cantidad de textil acumulado en dos espacios que distan sólo unos metros sorprendió el sábado a una persona que paseaba por la zona y que informó del hallazgo al EPP del Ayuntamiento. Hace justo un año, en una corta distancia, pero en el mismo entorno de Terres Cavades, el Ayuntamiento procedió a la limpieza de un vertedero y con el fin de evitar que proliferara uno nuevo cerró los accesos colocando bloques de piedra. La medida tuvo los efectos esperados, pero no ha evitado que desaprensivos encontraran un nuevo espacio, muy próximo, donde dejar todo tipo de desperdicios, y, de manera sorprendente, ropa para dar y vender.

Entre los restos, se encuentran desde peluches a bolsos de mano, un aparato de televisión, lo que queda de una nevera o cintas de vídeo de Robinson Crusoe. Del montón de desperdicios, llaman especialmente la atención seis bolsas intactas, para abrir, que contienen un centenar de guantes de látex cada una. Una de las bolsas se encuentra al lado de un sombrero mexicano y de utensilios de cocina, muy mezclado.

Lo que más sobresale es la aglomeración de prendas de vestir. Una bata de colegio de un niño en muy buen estado, tejanos, cazadoras, sudaderas, camisas o ropa interior forman parte del cúmulo de ropa que alguien ha dejado al aire libre en lugar de depositarla en un lugar adecuado para proceder a su reciclaje. Al lado de la ropa, en el vertedero clandestino se vierten también muchos pares de zapatos, algunos en un estado relativamente bueno de conservación. Causa sorpresa el hecho de que todos, con algunas excepciones que se pueden contar con los dedos de una mano, no tienen los cordones.

El término municipal está lleno de vertederos ilegales. Se pueden encontrar desde los localizados al cauce del río Francolí, hasta los que crecen al lado de los caminos del entorno de la pedrera del Mèdol. En este vertedero del Camino del Llorito, sorprende que un elevado porcentaje de los residuos esté formado por ropa y zapatos. ¿Quién los ha dejado? Es la pregunta que se hizo el sábado la persona que chocó con las pilas de textil. Sería bueno encontrar la respuesta responsable, como resultado de una investigación. Por otra parte, si el terreno pertenece a un particular, el Ayuntamiento tendría que pedir al propietario la limpieza del vertedero o, en caso de respuesta negativa, hacerlo de manera subsidiaria.