Los comercios próximos al Mercat ven «la luz después de diez años de oscuridad»

Ya ha llegado uno de los días más esperados para los tarraconenses: las puertas del nuevo Mercat Central se abren para empezar una nueva etapa. Tanto para los paradistas como para los propietarios de los comercios de los alrededores, la pesadilla ha acabado. O no. Las tiendas de las calles adyacentes al nuevo edificio son conscientes de que el padecimiento todavía se alargará más, tal como decían algunos comerciantes. Y es que, en unas semanas, empezarán las obras de urbanización de la plaza Corsini. Pero que los árboles no impidan ver el bosque. A pesar de estar preparados para lo que vendrá, los tenderos de los alrededores del Mercat Central «ven la luz, después de diez años de oscuridad», asegura Josep Maria Juan Biosa, presidente de la Associació d’Empresaris dels Voltants del Mercat Central y propietario de la tienda de lencería, Pirineos Tres.

Durante los diez años de las obras del Mercat, un total de 114 comercios de las calles próximas a Corsini –calle Reding, Lleida, Governador González y Colón- han cerrado puertas. De estos, se han recuperado la mayoría, pero todavía quedan unas veinte tiendas con la persiana bajada. «Estamos convencidos de que, a partir de ahora, todos los establecimientos estarán ocupados», asegura el presidente de la asociación.

Los comerciantes de los alrededores del Mercat Central han sido los grandes olvidados durante todo este tiempo. Pero hoy, no pueden evitar la sonrisa. «Se acaban diez años de padecimiento. Abtit el Mercat significa empezar de nuevo. Vuelve la alegría. No quiero ver nunca más las vallas amarillas que he tenido durante tanto tiempo delante de la tienda,» explica Anna Álvarez, propietaria de la tienda de decoración El desván, ubicada en la calle Reding. Aun así, Álvarez confiesa que «no ha valido la pena tanto padecimiento».

También viven con ilusión el día de hoy Josep Pagès, propietario del Frankfurt Pai, situado en la calle Reding, y Yolanda Rovira, del Croissant d’Or, de la plaza Corsini. «Ya no estoy enfadado, estoy cansado de tantas obras. Mañana es un día importante y sólo espero que pronto pueda instalarse el mercadillo, que daba mucha vida a mi negocio,» aseguraba Josep Pagès, del Frankfurt Pai. Por su parte, Yolanda Rovira, que regenta una cafetería y horno de pan en la plaza Corsini, vive la jornada con un poco más de incertidumbre. «Nuestro padecimiento todavía se alargará un poco más. No sabemos cuándo se sacará el entoldado provisional ni sabemos cuándo empezarán las obras de Corsini».

Pero no todo el mundo está contento. «¿Qué tengo que celebrar yo? ¿Qué han tardado diez años a hacer el Mercat? ¿Que me han arruinado a mí y a unos cuantos más? ¿Tengo que dar las gracias? Que les vaya todo muy bien, pero yo contento no puedo estar». Así de contundente e indignado se mostró Ramon Forné, propietario de la Tintoreria Forné.

La Associació de Venedorspodría disolverse

La Associació de Venedores del Mercat Central de Tarragona podría disolverse. Actualmente, los paradistas ya no son los únicos inquilinos del nuevo edificio del Mercat. El supermercado Mercadona y los propietarios de los locales comerciales de la planta baja también tienen que formar parte de la nueva asociación. Es por eso que la entidad está estudiando dos opciones: disolver la asociación o dar continuidad a la actual añadiendo a los otros actores.

Fiesta y actos de la inauguración del Mercat Central

Jueves, 16 de marzo:

Viernes, 17 de marzo:

Sábado, 18 de marzo: