El 90% de las pescaderías del Mercado cierra durante la tarde del sábado

Casi todas las pescaderías del Mercado Central decidieron no abrir durante la tarde del primer sábado al nuevo edificio. Sólo una, de las diez paradas de pescado y marisco que hay, levantó la persiana para ofrecer el servicio de degustación. El resto, en torno a las cuatro de la tarde, recogió. Esta medida llega después de que, un grupo de paradistas del nuevo Mercado Central, se mostrara en contra de los nuevos horarios marcados: de las ocho y media de la mañana a las nueve de la noche. Según algunos testimonios, el sábado por la tarde, los ciudadanos entraban en el nuevo Mercado y, cuando veían que no había ningún puesto de pescado abierto, bajaban a comprar al Mercadona. Las pescaderías no fueron las únicas que cerraron; alguna botigs de aves de corral y algún puesto de fruta y verdura también cerró puertas.

La presidenta de la Asociación de Paradistas del Mercado Central, Maria Virgili, explica que «me sabe mal que haya paradas que hayan cerrado durante el primer fin de semana del nuevo edificio, pero yo no soy nadie para decir nada. Es el Ayuntamiento a quien tiene que hacer cumplir el reglamento, nosotros no. Nuestro trabajo es estar al lado de todos los paradistas, escucharlos y mostrar nuestro apoyo». Aun así, Virgilio reconoce que «el sábado por la tarde, el nuevo Mercado Central estaba lleno hasta los topes, y había muchos clientes que nos preguntaban dónde podían comprar pescado».

Por su parte, Paquita Pons, de la Pescadería Tinet, asegura que «cerramos cuando el pescado se acabó. No tiene ningún sentido tener la parada abierta sin pescado». Pones añade que «ya compramos más género del habitual, pero no podemos hacer una gran compra y arriesgarnos en qué sobre y tener que arrastrar el pescado toda la semana». Aun así, la propietaria de la Pescadería Tinet, confiesa que «no es factible abrir todo el día. Somos empresas familiares y pequeñas, que ofrecemos pescado de Tarragona de primera calidad. Cuando se acaba, se acaba. Pero queremos dejar claro que haremos todo lo que esté en nuestras manos para que el Mercado funcione». Pones asegura que, en un principio, «nosotros bajaremos la persiana del negocio cuando se acabe el género. No es lo mismo vender pescado que chorizos».

Hay que recordar que, el jueves pasado, durante la inauguración del nuevo Mercado Central, la mayoría de paradistas coincidían en decir que el principal miedo de esta nueva etapa era hacer frente a los nuevos horarios. Hasta ahora, los paradistas abrían hasta al mediodía y, los viernes, también por la tarde. El cambio de horarios ha comportado, en algunos casos, que empresas pequeñas y familiares hayan tenido que contratar más personal para cubrir todas las franjas horarias.

Tal como marca el Reglamento del Mercado Central, aprobado definitivamente en el plenario del 24 de abril del 2015, las paradas tendrán que estar abiertas al público ininterrumpidamente, como mínimo, de las nueve de la mañana a las ocho de la noche. Después de las quejas de algunos paradistas, se ha dado la oportunidad de cerrar de dos cuartos de cuatro hasta las cinco de la tarde, o bien, cerrar el lunes por la mañana y/o sábado por la tarde. Esta propuesta será válida siempre y cuando haya un mínimo del 60 por ciento de la superficie comercial abierta. Finalmente, sin embargo, y a petición de los representantes de los paradistas, el Consejo de Administración de Espimsa, celebrado el pasado 8 de marzo, aprobó que el horario comercial sea de las ocho y media de la mañana a nuevo de la noche.

Maria Virgili, presidenta de la Asociación de los Paradistas, asegura que «tenemos que intentar hacer este horario. Hemos hecho una gran inversión. Sabemos que no es fácil, pero tenemos que ser valientes. El modelo del nuevo Mercado no tiene nada que ver con el de antes. Nunca más tendremos al alcance una oportunidad como esta».