Quince alumnos de 4t de ESO de La Salle trabajan para realizar unos Juegos Paralímpicos

En el buzón del correo electrónico de este diario llegaba, hace una semana, una petición para hacer un reportaje, de una remitente bastante sorprendente: una alumna de 15 años que estudia 4t de ESO a La Salle de Tarragona, Ariadna Burguete. Escribía el siguiente: «Estamos llevando al fin un proyecto relacionado con las paralimpíades y me gustaría saber si en vuestro diario podríais hacer una pequeña noticia parlante sobre este tema». Dicho y hecho, Bruguete tiene su artículo. Y es que ella y catorce compañeros más están dedicando muchas horas a trabajar en una asignatura curricular renombre Aprendizaje y Servicio, y han elegido organizar desde cero unos Juegos Paralímpicos en toda regla, para personas con discapacidad de todo el territorio, a su centro educativo.

Ya tienen fecha y hora –el sábado 22 de abril a las nueve de la mañana–, pero todavía les faltan algunos elementos para poder celebrar el acontecimiento con éxito. «Ahora mismo nos encontramos en un periodo donde estamos esperando que nos respondan las diferentes entidades con que se dedican a trabajar con personas con discapacidad. Los alumnos ya han hecho todas las gestiones para que vengan a participar», explica el profesor de la asignatura, Carlos Terrón, a quién al mismo tiempo garantiza que él sólo se limita a revisar los correos electrónicos que los chicos y chicas de entre 15 y 16 años están haciendo llegar a las entidades. La idea es que aquellas entidades del territorio que lean este artículo y no hayan sido todavía invitadas, también se apunten y que el acontecimiento llegue a congregar casi a medio centenar de participantes. «Se trata que todas las personas que vengan puedan pasar un buen rato con las actividades y que las diferentes asociaciones que trabajan con personas con discapacidad se puedan conocer todavía más y fortalecer sus vínculos», relata el profesor.

Aparte del llamamiento a participar, el correo de Burguete también destaca que están buscando financiación para costear las medallas y los diplomas que se entregarán en cada uno de los participantes, y por todos los productos de avituallamiento.

Aprendiendo a valorar el esfuerzo

La búsqueda de dinero realmente es simbólica, en la plana de crowdfunding (provisión) únicamente piden 155 euros. Se trata, según su maestro, que sus pupilos valoren y aprendan el inmenso trabajo que hay que llevar a cabo para organizar un acontecimiento cualquiera. Pero aparte de eso, y todavía mucho más importante; esta materia que reciben al último curso de ESO también busca que los jóvenes adquieran unos valores muchos firmes con respecto a solidaridad y sensibilidad hacia su entorno: «Buscamos que ellos estén en contacto con personas con discapacidad a fin de que adquieran conocimientos de sus problemáticas, que observen cómo socializan y como desarrollan sus capacidades. Creo que eso lo podemos conseguir organizando un acontecimiento de este tipo», explica el maestro. Y parece que lo están consiguiendo porque los alumnos ya han escogido un encantador lema para el acontecimiento: The DISability is not en DISadvantage –la discapacidad no es un inconveniente.