El incivismo en Tarragona deja una factura anual de más de 1,6 millones de euros

Los residuos y los muebles dejados fuera de lugar y que tiene que recoger fuera de los circuitos habituales el Ayuntamiento de Tarragona es lo que genera el grueso más importando del gasto que anualmente provoca el incivismo en la ciudad de Tarragona.

Este jueves el consistorio ha presentado el ‘retrato’ de las consecuencias de los ciudadanos incívicos. La factura anual es de 1.612.256,64 euros. De esta cantidad, el gasto en limpieza se lleva 1.278.994,10 € concentrados, sobre todo, en la recogida de residuos y muebles incontrolados (718.039 €) y la limpieza de solares, vertederos y restos de poda de la vía pública (203.589 €). En este capítulo de la limpieza también destaca el gasto generado por la limpieza de chicles que se quedan enganchados a las calles (67.654 €) la reposición de contenedores estropeados (66.774,50 €) y la limpieza de pintadas y grafitis (65.280,60 €).

Con respecto a los otros apartados, más relacionados con acciones de vandalismo y gamberradas, que el año pasado representó un coste de 325.950 €, la mayor parte del gasto correspondió a desperfectos en dependencias municipales, serie de los desperfectos en el alumbrado público (42.750 €) y desperfectos generales en espacios de la vía pública (44.200 €). Los responsables municipales han destacado como «especialmente significativa» el gasto que hay que dedicar al arreglo de los parque infantiles. El consejero de Presidencia y Espacios Públicos, José Luis Martín señalaba que «hay que dedicar» 20.000 euros anuales a arreglar las juegos estropeados por los actos vandálicos». Y ponía como ejemplo preocupante lo que pasó con el nuevo parque infantil ubicado delante de la iglesia de Bonavista, que tuvo que ser arreglado pocos días después de inaugurarse, con un coste de 6.700 €.

Otro ejemplo, también en Bonavista es el del parque de la Coma, que desde su inauguración está sufriendo daños intencionados y ya es el espacio público donde el Ayuntamiento ha invertido más dinero para paliar los efectos de los actos vandálicos. El incremento de los daños ha hecho que el diciembre pasado desde el consistorio se solicitó a la Guardia Urbana un control policial para incrementar la vigilancia a las noches y los fines de semana.