Subir el Loreto por una Tarragona mejor

¿Qué hay mejor que levantarse muy pronto un domingo, desayunar bien, hacer deporte y, además, practicarlo por una buena causa? Pues son todas estas las motivaciones que llevaron este domingo que más de 200 personas tomaran parte en la Subida en el Loreto, una prueba marcada en rojo en el calendario del ocio y el deporte tarraconense y que llegaba en su 28ª edición.

Todo un éxito, como ha sucedido en anteriores ocasiones. Y es que no había motivos porque|para que nada saliera mal porque el objetivo marcado por esta prueba era bien claro y sencillo: ayudar a hacer una Tarragona más inclusiva e integrada. Un poco ayudó a la Subida del Loreto a conseguirlo, ya que iba de la mano de la ONCE, colaborador principal del acontecimiento. La ONCE en Tarragona ofrece sus servicios sociales a un colectivo de 1.530 personas, de las cuales un total de 282 se dedican a la venta del cupón y a otros productos que comercializa la organización.

Muy satisfecha se mostraba la nueva concejala de Deportes, Elisa Vedrina, «quien» resaltaba «la importancia de la historia de la Subida en el Loreto, que este año llegaba ya a la 28ª edición, que son muchas.» Asimismo, Vedrina aprovechaba para «felicitar en todos a los corredores que, un año más, han querido participar en una fiesta del running para la inclusión de personas con discapacidad visual». También se mostraba muy orgullosa la concejala de Deportes por esta edición, ya que «se ha incrementado el número de participantes, a una actividad que ha organizado brillantemente el Patronato Municipal de Deportes de Tarragona y que cuenta con la inestimable colaboración de la Fundación ONCE».

La salida se realizó a las nueve de la mañana desde la Rambla Vieja de Tarragona, en un punto estratégico, como lo fue el edificio de la ONCE. Recorrió la Vía Augusta, continuó por el Camino del Nàstic y llegó al Loreto, con un total de 5,17 kilómetros.

El podio

Aunque no se trataba de una competición en sí, también hubo clasificación. El podio de honor lo compusieron Oliver Blake, que corría de forma independiente; Sergi Hidalgo, del Club Deportivo Trail Tarraco; y Jorge De Andrés, del Kalenjins, que fueron primeros, segundos y terceros, respectivamente. Todos ellos bajaron de los 19 minutos, una buena marca. De hecho, los últimos a cruzar la meta lo hicieron cuando pasaban 35 minutos después de la salida. Y es que no todo el mundo quiso hacer la carrera corrientes, sino que algunos de los participantes la hicieron caminante, ya que la idea no era llegar primero o segundo, sino ayudar a la causa y pasar un buen rato acompañados de amigos o de la familia.

Una vez finalizada la carrera, todos los participantes pudieron disfrutar de un desayuno y, además, se marcharon a casa con un obsequio, cortesía de la organización. Durante la carrera, todos los participantes tuvieron derecho a avituallamiento de agua, que estaba ubicado en el tercer kilómetro. A pesar de que el calor no ser protagonista durante la prueba, muchos de los corredores decidieron hacer un breve paro para refrescarse. Muchos de ellos aprovecharon para quedar por|para el próximo año, cuando la Subida en el Loreto volverá a ser protagonista, en la que será su 29ª edición.