El nuevo carro de Sant Antoni, primera pieza del futuro Museo Agrícola

La celebración de los Tres Tombs en la ciudad de Tarragona contó con la presencia de un nuevo carruaje, el primero en propiedad del Gremio y que tuvo la responsabilidad de mostrar el patrón. Arrastrado por un caballo marrón, la estampa de Sant Antoni lucía sobre un carro lleno de flores que tuvo el honor de encabezar a la comitiva. Y además, lo hacía con la esperanza de convertirse en la primera pieza del futuro Museo Agrícola de Tarragona.

«Nos hace muchísima ilusión estrenar este carro porque siempre habíamos organizado los Tres Tombs, pero nunca habíamos aportado un representante». Eran las palabras del vicepresidente del Gremio de Campesinos, Pere Joan Sala. Sala se mostraba emocionado para realizar esta aportación y para lucir la estampa de Sant Antoni, una pieza que «se tiene que convertir en el primer elemento del futuro museo agrícola de Tarragona».

El presidente del Gremio, Raül Font, recalcaba que «la del Museo es todavía una idea muy embrionaria», pero sin embargo, aseguraba que «es una propuesta que nos ilusiona». Aunque de la iniciativa se tiene sólo un esbòs, Sala ya ha adelantado que, cuando llegue, «reunirá todo nuestro patrimonio cultural y religioso, con las obras jujolistes como referente». El principal problema con que se encuentra el Gremio de Campesinos es el económico, porque tal como subrayaba a Sala, «somos una entidad sin ánimo de lucro y el dinero son nuestro principal hàndicap».

«Sacamos un museo a la calle»

La celebración de los Tres Tombs llenaba de orgullo a participantes y organizadores. Según Fuente y Sala, «lo que hacemos durante esta jornada es sacar un auténtico museo a la calle». Además, este año, aparte del carro de Sant Antoni, también se han unido a la comitiva dos nuevas diligencias y un carruaje. Se trata de dos réplicas inspiradas en el oeste americano y de un carruaje especializado en el transporte de destilados, según explicaban los organizadores.

La comitiva de los Tres Tombs sumó ayer cerca de 70 carruajes, más de un centenar de jinetes y unas 250 caballerías, que pasearon por las calles de Tarragona a lo largo de la mañana. Según Font, para mantener la tradición «hace falta un punto de romanticismo importante». El presidente del Gremio asegura que «nunca dejaremos que se pierda esta tradición» porque «nos resistimos al hecho de que Tarragona, ciudad agrícola hasta los años 50, pierda su pasado. Es importante recuperar los orígenes», sentenciaba Font.

La presencia de jóvenes durante todo el trayecto hace pensar que la tradición tendrá continuidad. «Se trata de una costumbre que las familias intentan transmitir de generación en generación para que no se pierda nunca», expresaba Font. Además, los Tres Tombs también se ven favorecidos por los nuevos tiempos y la modernidad, ya que según explicaba, «ahora tenemos el honor de recibir caballos extranjeros que hace años eran imposibles de ver».

La comitiva de los Tres Tombs llegó a la Rambla Nova a media mañana, después de salir de la Tabacalera y pasear por Ramón y Cajal y Francesc Bastos.