Una aventura de 20 días de duración por agua para probarse a uno mismo

Hay quien decide gastarse parte de sus ahorros, o todos enteros, en un coche de lujo, la entrada de una segunda residencia o, incluso, en un viaje por todo el mundo. Pero Andrés Grego, de 46 años, ha preferido comprarse un barco.

Él, prefiere no mencionar el coste, ya que «no es relevante», pero no tiene ningún inconveniente en mencionar lo que le costaría llevarlo desde el lugar dónde lo ha adquirido. Después de buscar meses y meses, encontró en Trieste, Italia, una embarcación de diez metros que estaba «en un estado lo bastante bueno, era lo que buscaba». El problema, es que estaba muy lejos y, como no, él es tarraconense, y quiere utilizarla en Tarragona. De hecho, ya le ha encontrado un buen alojamiento en el Club Náutico Tarragona.

«Hay dos formas de llevar el barco: hacerlo yo, o que me lo traigan hasta aquí», explica Grego, quién detalla que «me lo traigan cuesta unos 6 euros por milla». Hay 1.500 millas de trayecto, o sea, que serían unos 7.500 euros. Una segunda opción, es «pagarle a alguien 120 euros al día más gastos para que la traslade». No le gustó ninguna de las dos opciones, y ha preferido organizar una tripulación de seis personas que realizará una travesía de veinte días de duración hasta Tarragona.

Dos serán siempre los mismos

«Seremos seis, aunque, fijas, sólo habrá dos», explica Andrés Grego, sobre la aventura que arrancará mañana. En uno de los paros que realizará el barco, bajarán a dos tripulantes y subirán dos nuevos, ya que no todo el mundo puede tener casi tres semanas libres para poder navegar por el mar. Uno de los tripulantes será Tete Sabaté, director del Club Náutico Salou, e íntimo amigo del nuevo propietario del barco.

«Nuestra idea es realizar todo el trayecto sin motor, motivo por el cual necesito gente con mucha experiencia en el mar». Andrés Grego y Belén, llegada desde Ferrol, serán los dos únicos que realizarán toda la travesía, mientras que, aparte de Tete Sabaté, también participarán Rafel, de Torredembarra, un hombre jubilado que aportará mucha experiencia y un joven miembro de los Niños de Tarragona. Gente de todo tipo y de todas las edades. Pero no fueron los únicos que se propusieron para tomar parte de esta aventura, junto con Andrés Grego.

De hecho, el mismo Grego detalla que «cuando anuncié que quería realizar esta travesía, recibí respuesta de unas 40 personas que me querían acompañar. Tenía que escoger, pero les estoy mucho agradecido en todos».