El Parque Científico y Tecnológico de Sescelades se queda en medio hacer
La Diputación aprueba la liquidación de la sociedad promotora, como ya hicieron Ayuntamiento y URV
El Parque Científico y Tecnológico de Sescelades se queda a medio hacer
El Parque Científico y Tecnológico de Tarragona que se tenía que construir en Sant Pere Sescelades ha pasado a mejor vida. El pleno de la Diputación del pasado viernes aprobó la liquidación de la sociedad promotora. Antes, el Ayuntamiento de Tarragona, el principal accionista, y la Universidad Rovira i Virgili, habían decidido, también, su desvinculación. A la sociedad promotora la formaron trece entidades.
Un hotel, edificios destinados a la investigación científica o a viviendas para investigadores y estudiantes, además de zonas de ocio y para la práctica de deporte, como preveía el macroproyecto, van yendo perdiendo interés con el transcurso de los años. Incluso, inicialmente se había previsto construir en el amplio espacio destinado al Parque, entre la carretera de Valls y el barrio de Sant Pere i Sant Pau, la villa olímpica de los Juegos Mediterráneos, otro proyecto que fue desestimado.
De todo lo que se previó en el diseño inicial del Parque, casi nada se ha llevado a la realidad. El camino empezó casi con el siglo. La sociedad promotora del Parque Científico y Tecnológico de la URV en el Campus Sescelades se constituyó en septiembre del 2004. El año 2009 el Ayuntamiento de Tarragona se convirtió en el socio mayoritario. En el momento de su constitución se acordó que cada una de las entidades tenía que aportar 6 millones de euros al capital conjunto, que ascendía a 78 millones.
A inicios del año 2009, de los equipamientos incluidos en la primera fase de ejecución del Parque sólo se completó una pequeña parte. Fue la ampliación del Instituto Catalán de Investigación Química, y estaban en construcción otras dependencias como el edificio del centro de R+D+I en química, las obras de las cuales se iniciaron en el 2005, además de otras intervenciones.
Frenoal nuevo impulso
Aquel año, el concejal de Promoción Económica de Tarragona, Sergi de los Rios, quería dar un nuevo impulso en el Parque, y el POUM preveía una ampliación de las 25 hectáreas iniciales en 47,5. El centro de convenciones, el hotel, la zona residencial y la implantación de empresas han caído en el olvido. En el 2009, desde el Ayuntamiento se aseguraba de que el edificio del Parque Científico y Tecnológico estaría acabado en el curso del 2010. La buena voluntad de los impulsores se consumió sin ver los resultados del proyecto inicial. Ahora, después del plenario de la Diputación del pasado viernes, se puede dar definitivamente por liquidado.