Tarragona convertirá el Banco de España en un centro cultural de difusión de la actividad científica
El proyecto contará con la participación del IPHES, el ICAC y el ICIQ, con sede en la ciudad
El edificio del Banco de España de Tarragona, cerrado al público desde el 2003, se transformará en un centro cultural de divulgación de la actividad científica que se hace en la ciudad. El gobierno municipal ha presentado este miércoles el proyecto, que contará con la participación de tres centros de investigación con sede en la ciudad: el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), el Instituto Catalán de Investigación Química (ICIQ) y el Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC). La intención es convertir el antiguo edificio neoclásico de la Rambla Nova en un equipamiento abierto a la ciudadanía y garantizar una propuesta interactiva y de transferencia de conocimiento. Este año, el consistorio invertirá este año unos 35.000 euros en recuperar y remodelar los jardines, y posteriormente abrirá un concurso público para definir la propuesta definitiva del proyecto.
El objetivo del Ayuntamiento es sacar a concurso el proyecto porque se pueda definir la organización, el contenido y el nombre, entre otros aspectos. En este sentido, se quiere emprender un concurso de ideas en base a un proceso de participación ciudadana. Roca ha subrayado que la voluntad es convertir el inmueble en «un equipamiento cultural de primer nivel», que sea un espacio «vivo e interactivo». De este modo, el nuevo centro buscará hacer accesible la ciencia, la tecnología y la investigación a la ciudadanía para «difundir y acercar el conocimiento que genera Tarragona». El espacio dispone de unos 2.800 metros cuadrados repartidos en tres plantas.
El Ayuntamiento se ha aliado con tres centros de excelencia en el mundo de la investigación con sede en la ciudad: el IPHES, el ICIQ y el ICAC, para recibir asesoramiento en la definición del nuevo centro cultural. «La interacción entre las tres instituciones puede dar lugar a un producto nuevo y singular dentro del mapa turístico de Cataluña», ha resumido el director del Institut Català de Paleoecologia Humana y Evolució Social, Robert Sala.
El proyecto se concibe como un «centro de experiencias» y no como un museo, según ha señalado el director del Institut Català de la Investigació Química, Miquel Àngel Pericàs, en un inmueble que podrá disponer de una cafetería al jardín, de una sala de actas y de laboratorios para garantizar «la aplicación directa de la ciencia». A su vez, el director del Institut Català d'Arqueologia Clàssica, Joan Gómez Pallarès, se ha mostrado confiado que el edificio se transformará en una «fábrica de conocimiento compartido» con la ciudadanía.
El regidor responsable del proyecto del Banco de España, Francesc Roca, ha evitado poner calendario a la recuperación del edificio y tampoco ha detallado el presupuesto, que se supedita al resultado del concurso de planificación. Este año, las cuentas municipales prevén una partida de 500.000 euros para arrancar el proyecto, de los cuales 35.000 se destinarán a la remodelación y apertura de los jardines este año 2017. El consistorio confía que el equipamiento podrá aspirar a recibir financiación europea.
El edificio del Banco de España data del 1928 y es obra del arquitecto Joan de Zavala. De estilo neoclásico, el inmueble cerró puertas el 31 de diciembre del 2003 y no fue transferido al Ayuntamiento hasta marzo del 2010. Después de varias propuestas que preveían convertir el espacio en un centro de información turística o en un Museu de la Química, el gobierno municipal confía que la propuesta anunciada este miércoles podrá hacerse realidad.