«Llevo a mi hijo a clase como al parvulario porque no puede aparcar»
Los estudiantes critican el estado de los aparcamientos de Sescelades, pero la URV sólo hará arreglos «de chapa y pintura»
Los usuarios de los aparcamientos del Campus Sescelades, concretamente de la calle Joaquín Donato, al lado de las facultades de Química, Psicología y Educación, critican duramente el estado del terreno y la masificación de los mismos. «Como el estado del aparcamiento es el que es y se llena desde primera hora de la mañana, teníamos que buscar una solución. Por eso, llevo a mi hijo a clase como hacía durante el parvulario». Estas eran las palabras de Ana Espino, madre de un joven estudiante de Psicología del Campus Sescelades de la Universitat Rovira i Virgili.
Cada mañana, Espino coge el coche junto con su hijo para dirigirse a Sant Pere i Sant Pau desde Salou, lugar donde residen. Según detallaba Espino, «él tiene carnet de conducir, pero si tuviera que buscar plaza de parking, tendría que venir a clase dos horas antes». Además, asegura que «el estado de la zona de aparcamiento es muy malo» y que, por lo tanto, lo tendrían que asfaltar. Las críticas de Espino se suman en la de los estudiantes que, como ella, llegan cada mañana con la misión de «encontrar un lugar, pero que además no moleste ningún otro vehículo, porque si no te rallan el coche». Así lo aseguraba Judit March, alumna del Campus. Según explicaba, «habitualmente vengo en moto, pero cuando no me queda más remedio cojo el coche, y tienes que venir con mucho tiempo para poder encontrar una plaza segura donde no moleste el vehículo ni haya peligro de recibir golpes». Para mejorar la situación, expresaba, «podrían, como mínimo, asfaltar el suelo y marcar las líneas de las plazas». Además, estaría dispuesta «a pagar un precio simbólico para aparcar».
Anna Tarragona y Ana Griffiths, en cambio, no quieren pagar ni un euro para dejar su coche. Con lo que pagamos para estudiar ya es más que suficiente. Lo que tienen que hacer es arreglar el parking de una vez, porque eso es una vergüenza», expresaban a las estudiantes. Héctor Sánchez, que cursa su cuarto año en la universidad, coincide con Tarragona y Griffiths, porque «el precio de la matrícula es altísimo». Declaraba que «los estudiantes estamos muy cansados», y añadía que «los profesores ya tienen su aparcamiento, asfaltado y con las plazas marcadas, y nosotros queremos exactamente lo mismo». Además, tanto Sánchez como el resto de testigos aseguraban que «hay gente de fuera de la universidad que viene a aparcar aquí, y por eso está tan masificado».
«Es un problema pequeño»
A pesar de las críticas que los estudiantes realizan sobre el estado de los aparcamientos, desde la Universitat Rovira i Virgili no se prevé ninguna actuación al respecto. Según informaba a este medio al Delegado del Rector de Organización y Recursos, Xavier Farriol, «el estado del aparcamiento es un problema pequeño en comparación con los otros problemas de obras que tenemos». El que sí que se realizará, según Farriol, «son pequeñas actuaciones de chapa y pintura, como por ejemplo poner arena para tapar los hoyos». Sin embargo, según decía, «no tenemos ninguna acción mayor prevista para los próximos meses».