El Sant Jordi dominical llena la Rambla Nueva de compradores de rosas y de libros

Miles de personas han vivido este domingo la Festividad de Sant Jordi a Tarragona y la Rambla Nueva se ha convertido, una vez más, en el punto neurálgico de la celebración. Paradas de todos tipos, de entidades solidarias, de clubs deportivos, de partidos políticos han compartido espacios con los vendedores de rosas y de libros. A las diez y media de la mañana, el corazón de Tarragona ya ha presentado un buen aspecto y diferente del de otras festividades de Sant Jordi para coincidir en domingo. Y a última hora ya se ha presupuesto que los autores locales han sido los más vendidos, según un primer balance. Reencarnaciones miserables, de Olga Xirinacs, La hija borrada, de Margarida Aritzeta, Un regalo para el Fürher, de Francesc Valls-Calçada y una recopilación de fotografías titulada Revolución y Guerra Civil en Tarragona, con imágenes, algunas inéditas, de Hermenegild Vallvé, se han troabt entre las obras más adquiridas. Los datos definitivos se conocerán en los próximos días.

A las once de la mañana, el grupo de gospel The Cor, ubicado en las escaleras de las Teresianas, ha agrupado a su alrededor a un numeroso público para escuchar sus canciones, la escritora tarraconense Tecla Martorell ha empezado a firmar ejemplares de su último libro, Como las cepas de las higueras viejas. «Este libro ha recibido el premio de narrativa Fray Albert Vidal, en Montblanc, un premio que se daba cada veinticinco años y que ahora se dará cada diez años, con lo cual seré la ganadora durante una década,» ha dicho Martorell, quién se ha mostrado «contenta», pero comentando que los autores locales no están en las mismas condiciones que los mediáticos y los que son promocionados desde Barcelona. Unos metros más allá, Francesc Valls-Calçada, Fàtima Llambrich y Julieta Olaso firmaban libros.

Llambrich, periodista del Atmella de Mar y experta en sucesos y tribunales de la redacción de TV3, ha hecho doblete. «Me gusta mucho venir a Tarragona y, en esta ocasión, lo hago para firmar mi libro, Sin cadáver, rodeada de tanta gente», ha dicho Llambrich. «Por la tarde, lo haré en Barcelona», ha indicado. ha sido elevado el número de escritores que han estampado su dedicatoria en todos los lectores que lo pedían, mientras el flujo de personas que se aproximaban a los puntos de venta no dejaba de mandar.

Unos niños intentaban vender rosas. Karol Medina, una reusense vinculada al esplai tarraconense La Grapadora, ha explicado que «recogemos fondos para poder ir de colonias». Ahora era el turno de la Joven Tarragona Big Bang, formación que ha ofrecido sus sonidos desde las escaleras de las Teresianas. Después sería el turno de la Rambla Músico Big Band. Más arriba, los partidos políticos han repartido menta, romero y albahaca, y en otras paradas se hacían caricaturas o se vendía pan. Este ha sido el espíritu de la Festividad de Sant Jordi.