Recuperadas dos piezas de bronce de época romana

Tarragona ha recuperado dos piezas de época romana descubiertas hace un par de meses durante los trabajos arqueológicos en el antiguo solar del cuartel de la guardia civil. Se trata de dos piezas escultóricas en bronce y en forma de cabeza de équido, probablemente de mula. Estas piezas tienen una gran relevancia por su material y por lo que significa a pesar de sus pequeñas dimensiones de 12 o 13 centímetros.

Estas dos cabezas de mula formaban parte del lectus tricliniaris , una cama utilizada en los grandes banquetes romanos. La estructura de estas camas era de madera y tenía dos respaldos en los extremos en forma de cojín ondulado, denominados fulcra, y una armagula rectangular formada por travesaños de madera conectados a una parrilla de listones o tiras de cuero que sustentaban el colchón y los cojines. Las cuatro patas iban acopladas a los cuatro travesaños de la cama. La decoración de los fulcra seguía la silueta del respaldo con una estructura de bronce. Las piezas encontradas correspondían a la decoración del fulcra y formaban parte de una pieza mayor que no ha sido conservada.

Dos cabezas de mula en buen estado de conservación

Los elementos recuperados se encuentran en buen estado de conservación. Destaca la presencia de damasquinados de plata y varios elementos acoplados, además de la gran calidad técnica y artística, el refinamiento y el realismo de los objetos. Estos elementos se realizaron a partir del procedimiento de la cera perdida.

Las piezas tienen forma de cabeza de mula en actitud dinámica, ya están representadas girando la cabeza a un lado, cosa que los hace mover los pelos de la crin. Tienen la boca y los ojos abiertos, los ollares dilatados y las orejas dobladas hacia atrás. Las mulas van aseadas con varios elementos de guarnición: frontalera, muserola y collar. También llevan unos colgantes de forma triangular fijados a la zona de las sienes. Uno de los fulcra tiene un agujero en la zona del cuello que probablemente servía para sostener un elemento ornamental que se ha perdido.

Hay que decir que la mula era considerada como un animal al margen de la civilización, con comportamientos sexuales extraños y de naturaleza bastarda y juguetona. Este concepto ligaba muy bien con el ambiente dionisiaco, temática escogida a nivel general para decorar los fulcra. La mayoría de estos objetos se inspiran en el mobiliario helenístico y se fechan sobradamente entre los siglo II aC y el siglo I dC.

Las piezas estarán expuestas para el público en general del 2 al 5 de mayo, en horario de 8 a 15h, a la entrada del Museo de Historia – Casa Castellarnau.