El barrio de la Floresta reclama más luz en la calle del campo de fútbol

Son 250 metros en la más absoluta oscuridad cuando en el campo de fútbol –que es junto a la vía– no están los focos interiores en funcionamiento. Los vecinos de la Floresta están cansados de reclamar que las cuatro farolas instaladas ya hace años en la calle de acceso de la parte posterior del barrio, se pongan en funcionamiento. Según aseguran, desde que se colocaron, nunca han dado servicio. Han solicitado por activa y por pasiva a los concejales del Ayuntamiento que visitan el barrio que pongan fin a esta situación, pero estos no se acaban de comprometer del todo, ya que según apunta Miguel Ángel Cruz, presidente de la asociación de vecinos, hay dudas sobre la titularidad concreta de esta vía denominada Urbanización la Floresta. «Nadie deja claro si es del Ayuntamiento o del Ministerio de Fomento», expone al representante vecinal. Sea de quién sea, piden que alguien se haga responsable.

Tal es el estado de dejadez, que un vehículo se estampó hace unos años contra la quinta farola que había, y ninguna de las dos administraciones se ha preocupado de poner una nueva. Se retiró la estructura estropeada pero allí sigue el cableado de la base, sin ningún tipo de protección. De los cuatro restantes, en tres han cortado y robado parte de los circuitos eléctricos y en dos se han llevado incluso la cubierta.

Aunque en el lado más próximo al polígono Riu Clar no hay viviendas, sí que es una zona de tráfico habitual de vecinos, ya que hay una cochera con una cuarentena de plazas de aparcamiento, mayoritariamente de residentes del barrio, y el campo de fútbol, dónde muchos pequeños practican deporte y tienen que cruzar para ir y volver a casa. «Como los vecinos sabemos que acostumbra a pasar gente, ya vamos poco a poco, pero algunos coches que no son del barrio se lo recorren|recurren como si fuera una autopista», denuncia Cruz, quien aparte de poner en marcha las farolas, pide que se aumente la altura de los pasos de peatones con el fin de obligar a reducir la velocidad en los conductores.

La inseguridad que se los crea

Aparte de la poca visibilidad que puedan tener los vehículos, a los vecinos les preocupa la falta de seguridad que ocasiona la oscuridad: «Da miedo un poco porque está oscuro y no sabes si te puede salir cualquiera para robarte lo que lleves encima», expone el presidente de la entidad.