«Siempre hemos pensado que en la tienda teníamos que tener producto de Tarragona»

— ¿Cómo surge la idea de exponer todo el material editado por la tienda en la Escuela de Arte y Diseño de Tarragona?

—Yo estudié a la Escuela de Arte de la calle Santa Anna. Después de años de hacer productos en la tienda con motivos de Tarragona teníamos mucho material. Un día pensé que podíamos exponerlo, y hablando con una chica de la Escuela me dijo lo hiciera allí. Se pueden ver 24 calendarios, mñas de veinte pañuelos, camisetas... Hay mucho material, porque cada año hemos hecho uno o dos productos como mínimo.

— ¿Ha sido fácil recuperar todo este material?

— Un 80% lo tenía guardado, lo he ido guardando en archivadores, aunque, por ejemplo, las fechas no las tenía y las he tenido que ir buscando. De la primera camiseta, que era de castells, no tenía ni una. Tuve que buscar al diseñador que la hizo, y por suerte sí que la tenía, y por eso es la única que tengo con fotocopia de color. Y las otras casi todas las he encontrado. Pero hemos tenido que hacer un poco de memoria, para que quieras o no, algunas tienen veinte años. Todo eso me ha servido también para hacer un poco de archivo, de ver todo lo que hemos hecho, y la verdad es que hace bonito.

— ¿Cómo era la tienda, hace treinta años?

—Primero, muy pequeña, porque sólo era una parte de esta que tenemos ahora. Cogimos la tienda a unos chicos que tenían una lechería y, al cabo de unos años, pudimos ampliar con la otra parte. Primero empezamos con cuadras, pero de una manera muy inocente, porque no teníamos ni idea. Venía la gente a comprar para Navidad y no sabíamos qué teniamos que hacer... Llevábamos el bagaje de una tienda de la Parte Alta, el Ou com Balla, y vinimos aquí un poco de xiripa, porque fue la casualidad que aquel chico se pasara la tienda. Empezamos con obras de arte y enmarcado, y después hemos ido evolucionando según lo que la gente pide.

— Fuisteis pioneros en la ciudad en la apuesta por el diseño gráfico como elemento de merchandising.

— Si soy un poco presumida quizás diría que sí, porque en aquel momento no había cosas de Tarragona que tuvieran un punto especial. En aquella época también empezó el interés de lo que es popular. Metimos el nombre de El Negrito y la Negrita porque estábamos en un momento como de remontamiento de las cosas nuestras, hasta entonces se ponía el nombre del propietario o un nombre inglés. Inauguramos con chirimías y fue muy bonito; hoy eso quizás es muy normal, pero en aquel tiempo no lo era tanto. Y desde entonces siempre hemos pensado que teníamos que tener producto de Tarragona. Y así continuamos.

—Tarragona siempre ha sido una fuente de inspiración.

— Sí, y creemos que tiene que ser así. Tú vas a Inglaterra y la bandera te la ponen incluso en el papel de inodoro. ¿Por qué aquí nosotros no tenemos que tener también nuestra imagen?

— ¿Cuál es el proceso de creación de cada elemento nuevo?

— Ha habido diferentes maneras. Yo había trabajado en publicidad, y quieras o no este concepto lo tienes muy presente. A veces conoces artistas y se lo dices. Cosas raras hemos hecho muchas, con los años aprendes por un lado y por el otro desaprendes. Pero normalmente buscas al artista y después haces la producción.

— Tenéis la sensibilidad de buscar artistas locales.

— Sí, aunque a veces hemos tenido artistas de fuera. Al principio habíamos trabajado mucho, con Kukuxumusu, porque eran muy populares y hacían cosas muy graciosas, y nos impulsaron mucho la venta de camisetas. Pero los artistas de aquí también los tenemos presentes, aunque a veces creo que podrían ser ellos quiénes nos ofrecieran más cosas. Estamos pensando si un año haremos un concurso... Ya lo veremos.