Médicos y usuarios denuncian en Bonavista el plan de Salud para abrir los hospitales públicos a las mutuas privadas
El Grupo de Defensa de la Sanidad ha organizado una jornada con profesionales sanitarios y activistas que han batallado contra los recortes y por un modelo sanitario 100% público
Decenas de usuarios y profesionales de la sanidad pública de toda la provincia se han congregado este sábado en el auditorio del Centro Cívico de Bonavista para debatir y compartir ideas sobre el futuro del modelo sanitario catalán, con especial atención en el plan del Servicio Catalán de Salud, de momento paralizado, de abrir los hospitales públicos catalanes a la actividad privada de las mutuas. El Grupo de Trabajo en defensa de la Sanidad Pública de Tarragona sostiene que el modelo sanitario tiene que ser, necesariamente, cien por cien público y que fundaciones y empresas privadas no tienen que recibir recursos públicos para ofrecer prestaciones de salud. Denuncian la falta de transparencia de algunos de estos proveedores y exigen que sea el Instituto Català de Salut, un ente público, quien ofrezca directamente los servicios. Agustí Aragonés, líder sindical del hospital Joan XXIII por el sindicato CGT, protagonizó uno de los discursos más críticos con la Red Santa Tecla («Es un entramado mafioso», apuntó tajante); el Grupo Pere Mata; o la gestión de las ambulancias de atención urgente y no urgente por parte de la UTE Egara La Fuente.
La jornada de debate ha arrancado con una extensa radiografía del presente y el futuro de la sanidad catalana por parte del médico Xavier Lleonart, presidente del Sector de Hospitales de Agudos, Sociosanitarios y Salud mental con convenio SISCAT del sindicato Médicos de Cataluña. El facultativo ha presentado, las que en su opinión son, las Debilidades y Amenazas del modelo actual, pero también las Fortalezas y Oportunidades, al modo DAFO. Por una parte, ha incidido en la falta de transparencia que también denuncia el Grupo de Defensa; la interferencia de la Sanidad Privada en los centros públicos; los problemas de financiación; la precariedad laboral o la fuga de talento. Por la otra, en la parte positiva, ha destacado la excelencia de los profesionales sanitarios; la amplia cartera de servicios; las numerosas tareas de investigación que se realizan; la universalidad del sistema y la integración de las nuevas tecnologías.
La sanidad pública catalana hace más, con menos recursos que otras regiones
Lleonart se ha mostrado muy molesto con el «mantra», asegura interesado por parte de empresas y mutuas de la Sanidad Privada, de qué el sistema público de Cataluña está faltado de eficiencia y sostenibilidad. Defensa que la sanidad pública catalana hace mucho, con muy poco. «El sistema público catalán tiene una de las menores dotaciones de recursos de Europa, tanto si miramos el tanto por ciento del PIB que se le destina (en Cataluña representa menos del 5% y a los países punteros de Europa ronda el 7%), como en la asignación por cápita, y funciona. En el 2016 en Cataluña se destinaron cerca de 1.100 euros por persona, cuando en Francia o en Alemania rondan los 2.000 euros. De hecho en España, Navarra por ejemplo, destina 1.500 euros. Las otras autonomías están por encima nuestro en dotación por persona», ha expuesto. El médico rehúye totalmente la mercantilización de un servicio público vital para la ciudadanía: «El sistema público no tiene que ser eficiente, no podemos hablar de la eficiencia de la salud como si habláramos de un proceso productivo, tiene que ser un servicio público, y obviamente cuidadoso con los recursos que utiliza, sin malgastar».
El responsable de Hospitales de Agudos del sindicato de Médicos de Cataluña ha cargado igualmente contra el plan del Departamento de Salud auspiciado por el director del Servicio Catalán de la Salud, David Elvira y el conseller Antoni Comín, para abrir la puerta a la actividad privada en centros de titularidad cien por cien pública (como el Joan XXIII), como ya sucede al hospital Sant Joan de Reus o en el centro de Santa Tecla en la Rambla Vieja. «Salud dice que servirá para aumentar y mejorar los recursos de la sanidad pública, pero el cierto es que lo que harán, como ya se ha visto en los centros que ya han dejado entrar la financiación privada, es que se reducirá la aportación de la administración y se reemplazará por la financiación privada. Es decir: si un hospital público funcionaba con 140 millones de euros de la Generalitat y de repente les entran 5 millones de las mutuas, la administración aprovechará para reducir su aportación a 135 millones. Es falso que reinviertan los ingresos que los entran de la privada», ha indicado. «Nos quieren hacer creer que crecerán las setas a los pies del árbol y lo que están poniendo en realidad, son los nidos de procesionaria. Todo eso no sólo se tiene que detener sino que se tiene que revertir. Es una decisión política», ha añadido.
El futuro de los nuevos médicos catalanes, a fuera de casa
Lleonart ha expresado igualmente su preocupación por el futuro de los facultativos que actualmente se están formando a las universidades catalanas. «Los estamos formando con gasto público pero se marchan en Portugal o en Francia donde pueden ganar muy más, en algunos casos incluso el doble. Además, tienen más estabilidad laboral y sufren menos precarización. En diez años un porcentaje significativo de los médicos se jubilará y nos encontraremos con que los jóvenes ya no estarán. No querrán volver ni que les pagamos todo el oro del mundo», ha asegurado.
A lo largo de la jornada han ido pasando por el escenario del auditorio otros profesionales sanitarios y activistas en defensa de la sanidad pública como Xavier Milian, miembro del Consejo de Administración de Sagessa por la CUP, integrantes de la plataforma en defensa del hospital Parco Taulí de Sabadell y de Rebel·lió Bellvitge, de la PalCam, Isabel Vallet de la CUP, o personalidades dentro del mundo del activismo sanitario como la médico Nines Maestro.